EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
Miles de personas volvieron a la Plaza de la Constitución para festejar el tradicional Grito de Independencia, tras dos años de hacerlo remotamente por la pandemia de Covid-19.
Para conmemorar el 212 aniversario del inicio del Movimiento de Independencia de México, decenas de miles de mexicanos y mexicanas en su mayoría de la capital y de la Zona Metropolitana, comenzaron a arribar durante la tarde del 15 de septiembre para hacerse de un lugar lo más cercano posible al balcón principal de Palacio Nacional donde el presidente Andrés Manuel López Obrador daría su cuarto Grito de Dolores como titular del Poder Ejecutivo, o del escenario en donde a las 8:30 de la noche daría un concierto el grupo de música regional Los Tigres del Norte.
Ligeras lloviznas amenazaron con volverse lluvias torrenciales y ya a las 7 pm, en el Zócalo, un rio de gente seguía desembocando de las calles Madero, 16 de Septiembre, 5 de Mayo, Moneda y Corregidora así como por la Av. 20 de noviembre, que son de las más cercanas a la Plaza de la Constitución.
Ahí, entre empujones, con la algarabía popular de estas fechas y los edificios que rodean el lugar adornados con los rostros de los héroes de la Independencia como Ignacio Allende, Josefa Ortiz de Domínguez, Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón, los asistentes portaron sombreros, falsos bigotes, trompetas y un viento que presagiaba la lluvia agitó decenas de banderas con los colores verde, blanco y rojo que ondearon el Lábaro Patrio.
También hubo quienes usaron cubrebocas tricolores con con el águila y la serpiente sobre guirnaldas de olivo en el medio. Éstos, a pesar del júbilo, hicieron recordar que aún está fresco el recuerdo de la pandemia ya debilitada que se llevó tanto, aunque les dejó intacto el orgullo de ser mexicanos.
Algunos despistados llegaron unos cien años antes a su cita con la historia nacional pues se vistieron de personajes de la Revolución Mexicana como Zapata, Villa y adelitas, a quienes no les importó el anacronismo y se divirtieron por igual.
La noche llegó. Se encendió el alumbrado patrio de los edificios de Gobierno, Virreinal, del Centro Joyero y de los Mercaderes. Los organilleros amenizaron con el Cielito Lindo que, aunque se repitió tantas veces, nunca dio tregua a pensar que sus notas ya habían sido suficientes.
En punto de las 8:36 de la noche la fiesta se encendió con las primeras notas de "El Jefe de Jefes". Uno de los momentos esperados por los asistentes llegó: Los Tigres del Norte deleitaron a sus compatriotas con su repertorio.
El público bailó y cantó eufórico por más de dos horas hasta las 10:45 que sonó la última canción de la primera parte del concierto. Mientras, en Palacio Nacional se alcanzaba a ver cómo se alistaban los últimos preparativos para que López Obrador saliera por el balcón principal para encontrarse con los mexicanos.
Así fue. A las 11 en punto saludó al "pueblo de México" y recordó a los héroes nacionales, mencionó a la democracia, a la libertad, a la igualdad y a la justicia, y terminó con tres frenéticos "¡Viva México!" que repitieron los presentes mientras repicaba la campana que sonó 47 segundos en la celebración del "heroico pueblo de México".
“Corcholatas” se codean con Evo y Mujica en desfile militar
El evento presidencial que antecedió el desfile militar convocó a las tres "corcholatas" de Morena rumbo al 2024.
Pero fue Marcelo Ebrard el que se codeó más de cerca con los ex Presidentes Evo Morales, de Bolivia, y José Mujica, de Uruguay, invitados de honor de Andrés Manuel López Obrador.
Incluso, el Secretario de Relaciones Exteriores fue abrazado antes del evento por la esposa del Presidente, Beatriz Gutiérrez Müller.
Sin embargo, ninguno fue aplaudido efusivamente por el público reunido en el Zócalo capitalino, cuando fueron presentados en el sonido oficial.
Evo, quien se presentó de lentes obscuros, y Pepe llegaron juntos al templete instalado frente al balcón presidencial de Palacio Nacional, donde ya se encontraban miembros del gabinete.
Uno a uno, los Secretarios de Estado y "corcholatas" se acercaron a los ex Mandatarios y conversaron brevemente con ellos.
Lo mismo hicieron los presidentes del Congreso: Santiago Creel, de San Lázaro, y Alejandro Armenta, del Senado.
Ebrard presumió en Twitter sus conversaciones con los ex Presidentes.
"Con nuestros invitados en el desfile", posteó.
"Sobre la catedral y cómo tiene que apuntalarse porque está sobre cimientos de construcciones aztecas que hacen notar su presencia por la inevitabilidad de la física. La nuestra, una civilización milenaria y compleja", añadió.
El Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, movió unas sillas para que Pepe pasara al frente del templete y mandara saludos. Luego palmeó la espalda del uruguayo.
Mientras los Secretarios se acomodaban, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, conversó con Adán.
Minutos antes de que López Obrador hiciera su aparición en el Zócalo, las tres "corcholatas" posaron sonrientes junto a Evo y Pepe.
Ebrard fue sentado a mano derecha del Presidente, junto a los Secretarios de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
Del otro lado, fueron sentados juntos Sheinbaum y Adán, quienes intercambiaron palabras durante el acto y todo el desfile.
En la guerra de redes, Sheinbaum no se quedó atrás y también presumió fotografías con los ex Mandatarios.
"Con Pepe Mujica y Evo Morales compartimos la identidad latinoamericana, la convicción y la lucha por los sueños de transformación de nuestros pueblos, con ideologías firmes y el trabajo honesto como estandarte. ¡Que viva la democracia, la soberanía y la libertad!", escribió la Jefa de Gobierno en Twitter.
Arremete AMLO contra grandes potencias y ONU
Desde el Zócalo capitalino y ante miles de militares que desfilaron con motivo de la Independencia, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reprobó el papel de las "grandes potencias" frente a la invasión de Rusia a Ucrania.
Ante los ex Presidentes Evo Morales y José Mujica, sus invitados de honor, también acusó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha desempeñado un papel ornamental en el conflicto y reiteró su propuesta de paz que llevará ante ese organismo internacional.
"Habría que empezar por preguntarnos si no se pudo evitar la guerra y si la ONU y los políticos de las principales potencias no fallaron en la responsabilidad de promover el diálogo entre las partes para resolver pacíficamente la controversia", señaló.
"Lo cierto es que nada o muy poco se ha hecho en ese sentido: la ONU permanece inactiva y como borrada, presa de un formalismo y una ineficacia política que la deja en un papel meramente ornamental".
López Obrador sostuvo que, aún más reprobable que la ONU, ha sido el proceder de las grandes potencias que, de manera explícita o silenciosa, se "posicionan" ante el conflicto sólo para servir a sus intereses hegemónicos.
"Por eso no puede evitarse la sospecha de que, aunque parezca perverso e increíble, esta guerra, como muchas otras, está siendo azuzada por los intereses de la industria bélica. La invasión de Rusia a Ucrania es, sin duda, reprobable", enfatizó.
El Presidente advirtió que "grupos de interés" situados en posiciones de poder gubernamental o económico se esmeran en conducir la política hacia el conflicto armado y, una vez cometido ese error, en lugar de enmendarlo optan por profundizarlo.
"Sin que les importe el sufrimiento que infringen a la humanidad ni el daño que causan a la estabilidad de las naciones y al bienestar de las sociedades. De esa manera originaron la guerra de Rusia en Ucrania", advirtió.
"Las posteriores sanciones adoptadas y el masivo envío de armas al país invadido, acciones que aportaron a la confrontación en curso una dosis adicional de irracionalidad".
Además criticó que a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por negar a Ucrania ser parte de ella, pero al mismo tiempo ofrecerle armas y aplicar sanciones económicas y comerciales contra Rusia.
"Medidas que únicamente han servido para agravar el conflicto, producir más sufrimiento de víctimas, de sus familiares y de refugiados, para agravar el desabasto de medicamentos y de energía, y para impulsar la inflación mundial; fenómenos, todos, que perjudican a la gran mayoría de los pueblos del mundo", abundó.
"Sin embargo, nunca es tarde para enmendar un error, máxime si se ha convertido en un atentado a los derechos humanos, sociales y económicos de todo el orbe".