10 de Diciembre de 2025
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Mercenarios de Wagner regresan de guerra y cometen crímenes

 

 

 

 

 

 

 

Redacción

Moscú

Cuando Iván Rossomakhin regresó hace tres meses a su pueblo en Rusia, luego de luchar en la guerra de Ucrania, sus vecinos reaccionaron aterrorizados.

Hace tres años, Rossomakhin fue declarado culpable de asesinato y condenado a una larga pena de prisión, pero quedó en libertad tras ofrecerse como voluntario para luchar con la empresa militar privada rusa Grupo Wagner.

De vuelta en Novy Burets, Rossomakhin deambulaba borracho por las calles de la aldea, a 800 kilómetros al este de Moscú, portando una horca y amenazando con matar a todos, relataron los residentes.

A pesar de las promesas de la Policía de vigilar al ex recluso de 28 años, Rossomakhin fue arrestado en un pueblo cercano, acusado de haber matado a puñaladas a una anciana que una vez le alquiló una habitación.

Según informes en los medios locales, él confesó haber cometido el crimen, menos de 10 días después de su regreso de Ucrania. El caso de Rossomakhin no es aislado.

The Associated Press encontró al menos otros siete casos en los últimos meses en los que los convictos reclutados por Wagner fueron identificados como involucrados en crímenes violentos, ya sea por informes de los medios rusos o en entrevistas con familiares de víctimas en lugares desde Kaliningrado en el oeste hasta Siberia en el este.

Rusia ha hecho todo lo posible para reponer sus soldados abatidos en Ucrania, como con el despliegue de mercenarios de Grupo Wagner allí.

Eso ha tenido consecuencias de largo alcance, como fue evidente este fin de semana, cuando el líder del grupo mercenario ordenó que su Ejército privado marchara hacia Moscú en una rebelión de corta duración. Otro ha sido el uso de ex convictos en batalla.

El Ministerio de Defensa británico advirtió en marzo sobre las posibles consecuencias de esa estrategia, al afirmar que "la afluencia repentina de delincuentes a menudo violentos con experiencia de combate reciente y a menudo traumática probablemente presentará un desafío importante para la sociedad rusa en tiempos de guerra" cuando finalice su servicio en el frente de batalla.

El propietario de Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, aseguró haber reclutado a 50 mil ex convictos para llevarlos a Ucrania, un cálculo similar al realizado por Olga Romanova, directora del grupo de derechos de los presos Russia Behind Bars (Rusia tras las rejas).

Oficiales militares occidentales dicen que los convictos formaron la mayor parte de la fuerza de Wagner en Ucrania.

Unos 32 mil han regresado desde Ucrania, dijo Prigozhin la semana pasada, antes de su fallida rebelión contra el Ministerio de Defensa. Romanova estimó que eran unos 15 mil a principios de junio.

A los prisioneros que aceptaron unirse a Wagner se les prometió quedar en libertad después de su servicio, y el Presidente Vladímir Putin confirmó recientemente que estaba "firmando decretos de indulto" para los exconvictos que estaban luchando en Ucrania. Esos decretos no se han hecho públicos.

Putin aseguró recientemente que las tasas de reincidencia entre los liberados de prisión por servir en Ucrania son mucho más bajas que las del promedio en Rusia, pero los defensores de los derechos dicen que no son necesariamente infundados los temores de que esas tasas aumenten a medida que más ex convictos regresan de la guerra.