Marath Bolaños seguirá al frente de Trabajo, Claudia Curiel trasladará su cartera de Cultura de la Ciudad de México al Gobierno federal y la tlaxcalteca Josefina Rodríguez Zamora se encargará de Turismo.
AGENCIAS
CDMX
Los nuevos integrantes del gobierno de Claudia Sheinbaum presentados este jueves bajan la edad media del Gabinete. Entre ellos estará la más joven de todos, Josefina Rodríguez Zamora, de 35 años, que será secretaria de Turismo; el responsable de Trabajo, Marath Bolaños, tiene 38 y la nueva titular de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, 44. A pesar de ello, la continuidad con los gobiernos de la Cuarta Transformación queda de nuevo garantizada, puesto que todos provienen de las Administraciones morenistas anteriores. Bolaños no cambia la cartera que aún tiene con Andrés Manuel López Obrador, mientras que Curiel llega de desempeñar idéntico cargo en la Ciudad de México y Rodríguez Zamora ha sido la jefa de Turismo en Tlaxcala. De todos ellos ha destacado la presidenta electa su desempeño y su juventud. Solo falta por determinar quiénes serán los secretarios de la Defensa y de la Marina, eso se conocerá en fechas cercanas a la entrega de la banda presidencial el 1 de octubre.
Antes que a la presidenta electa, Bolaños ha dedicado palabras de agradecimiento a López Obrador, y sus políticas de Trabajo prometen continuidad total: “Seguimos adelante, conocemos el camino y tenemos la misma brújula”, orientada, ha dicho el político, hacia el famoso lema: “Por el bien de todos, primero los pobres”. En su breve discurso, Bolaños, que ha sido profesor titular de Ciencias Políticas y Sociales en la UNAM, ha destacado algunos de los logros reconocidos de la Administración obradorista, como el incremento de más del 100% en el salario mínimo en términos reales, la regulación de las subcontrataciones, que ha sido bien recibida por propios y ajenos en este sexenio, o la reforma de las pensiones para los mayores, que vienen, ha dicho, “a corregir los agravios de las reformas efectuadas en 1997 y en 2007″. “Las políticas del Trabajo están en la primavera de los derechos laborales”, asegura el responsable de la cartera. “Vivimos una auténtica revolución en el mundo del trabajo”.
Pero aún falta para que México pueda dar estabilidad, derechos y obligaciones a la economía informal, que todavía representa más de la mitad de los empleos en el país y está sujeta a extorsiones. En la agenda de este sexenio está pendiente la regulación de la jornada laboral, para la que se ha propuesto una reducción a 40 horas semanales, algo a lo que se resiste la patronal, que ya ha absorbido, dice, los incrementos salariales derivados del aumento del salario mínimo así como la extensión de las vacaciones de seis a 12 días. Los morenistas, el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano frustraron la iniciativa de la diputada de Morena Susana Prieto, por considerar que no se daban las condiciones todavía. Sheinbaum dijo en su día que estaba de acuerdo con la reducción, pero la aplazó a un diálogo previo con los empresarios, aunque la prometió. La creación de empleo presenta estos días algunas cifras preocupantes. La economía reveló en junio la contratación de 29.555 puestos de trabajo formales menos que el mes anterior, la mayor cifra negativa para un mismo mes desde 2020 y segunda ralentización consecutiva.
Bolaños es veterano morenista, fue diputado por la Ciudad de México y ha participado en el Gobierno de López Obrador desde el inicio, primero en la Secretaría de Relaciones Exteriores (tiene estudios en esa materia) y después en la de Trabajo, hasta ocupar el cargo de secretario en junio de 2023 cuando Luisa María Alcalde pasó a ser la responsable de Gobernación. No tendrá que cambiar de despacho.
México es el sexto país más visitado del mundo, recordó la recién nombrada titular de Turismo para el próximo sexenio. El turismo es el primer sector empleador de jóvenes y el segundo de mujeres. Josefina Rodríguez Zamora, joven tlaxcalteca que ahora se encargará de poner la cultura, la historia y la belleza natural de México en el mundo, ha tenido sus primeras palabras para los pueblos indígenas y los artesanos, cuyas tradiciones son admiradas como uno de los grandes tesoros turísticos del país. Quiere Rodríguez que “se vean beneficiados por esta industria”. Los 11.500 kilómetros de litoral harán el resto para los amantes del sol y playa. “Gastronomía, cultura, historia, naturaleza, arte”, pero también “texturas, colores, olores y sabores”, son los ingredientes que la nueva titular de Turismo hará valer para “posicionar a México de manera competitiva en el mundo turístico”, sin olvidar, ha dicho, la sostenibilidad y el bienestar, “la prosperidad compartida”.
La inseguridad que se vive en el país es uno de los grandes lastres para todas las políticas y en el turismo se hace notar con especial incidencia. A lo largo del año no son pocos los avisos que las embajadas de medio mundo emiten sobre la violencia y los peligros de algunas zonas de México, notablemente la de Estados Unidos, de donde proviene el grueso de los visitantes. La imagen de los militares en las playas, donde con ellos y sin ellos se siguen cometiendo atroces crímenes a la luz del día y entre los bañistas, no ayuda a la promoción turística. Por no hablar de zonas del interior, con numerosos tesoros históricos y artísticos que no están al alcance de los turistas por los mismos motivos. Con todo ello tendrá que lidiar la responsable de la cartera en la siguiente Administración, a la que ha prometido echarle “creatividad”. Sheinbaum ha alabado su trabajo en anteriores funciones, donde ha sido responsable del lema “Tlaxcala sí existe” para dar visibilidad a una tierra llena de encanto que no acaba de abrirse a las visitas.
Como en otros casos, Sheinbaum ha tirado de sus antiguos nombramientos cuando era jefa de Gobierno de la Ciudad de México nombrando para Cultura a Claudia Curiel de Icaza, programadora, productora y gestora cultural con 20 años de experiencia, “a pesar de su juventud”. Curiel se enfrenta al descontento del sector por el presupuesto austero que se ha manejado en este sexenio y donde muchos no alcanzan a ver el resultado de su gestión en la capital más allá, critican algunos, de los exitosos macroconciertos en el Zócalo. Curiel ha optado, entre otras cosas, por traer al frente la cultura popular, con sonideros, carnavales de barrio y el avance de la cultura comunitaria a través de los Pilares citadinos, diseñados en su día para animar la cultura entre las clases menos pudientes.
En su discurso, Curiel ha destacado en primer lugar la política de la 4T: “Crecí en un país sin pluralidad ni democracia, donde mandaban los de arriba y se sacrificaban los de abajo, ser parte de un movimiento que invierte las cosas me llena de orgullo”, ha dicho. La cultura prehispánica en toda su dimensión, así como las cosmovisiones de los pueblos originarios han tenido lugar destacado en sus palabras de agradecimiento. Pero también ha señalado la modernidad que caracteriza al muy diverso México y ha puesto a los ancestros en el mismo lugar que los jóvenes para acometer sus políticas culturales. “La cultura es una herramienta de transformación y una promesa de futuro”, ha dicho. Y ha prometido que los trabajos que emanen de su secretaría serán “plurales, incluyentes y propositivos, osados y responsables, tradicionales y contemporáneos”.