EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, está cerca de reunir los 520 mil dólares (casi 9.1 millones de pesos) que costó el vuelo que lo sacó de Reino Unido, que lo trasladó a una corte en las Islas Marianas y finalmente, como un hombre libre, a Canberra, en Australia, con su familia.
Hasta la mañana de este miércoles, llevaba recaudadas 390 mil 354 libras (casi 9 millones de pesos), de las 520 mil (11.9 millones de pesos) que pidió en Crowfunder el equipo que hizo campaña por su liberación.
Según explicó Stella Assange, esposa del activista, Assange tuvo que pagar 520 mil dólares para fletar un Bombardier Global 6000, un avión de negocios de largo alcance, para volar desde Stansted, en Reino Unido, a las Islas Marianas del Norte, donde el miércoles se declaró culpable de un cargo de revelar secretos de la Defensa estadounidense. La justicia tomó en cuenta los cinco años que pasó preso en una cárcel de máxima seguridad en suelo británico y dejó las Islas Marianas como un hombre libre.
"Es política australiana que tenga que pagar su propio vuelo de regreso, por lo que ha tenido que fletar un vuelo y básicamente estará endeudado cuando aterrice en Canberra", había explicado Stella al hablar del "fondo de emergencia para intentar conseguir ese dinero y poder pagar al gobierno australiano su vuelo de libertad. Es medio millón de dólares estadounidenses".
"Tras 14 años de detención -pasó siete años refugiado en la embajada de Ecuador en Reino Unido-, cinco de ellos en una prisión de máxima seguridad, la salud de Julian necesita recuperarse urgentemente. Estamos lanzando un llamamiento de emergencia para buscar donaciones que le ayuden a cubrir la deuda del vuelo y fondos sustanciales para garantizar su recuperación y su bienestar y seguridad a su llegada", señala la campaña de recaudación de fondos.
Assange aterrizó de noche en Canberra, la capital australiana, en un jet privado. Al salir del avión levantó el puño, cruzó la pista para darle un abrazo a su esposa Stella y luego a su padre, ante la mirada de decenas de periodistas.
"Les pido por favor que nos den espacio, que nos den privacidad, para encontrar nuestro lugar, que dejen que nuestra familia sea una familia antes de que él pueda hablar de nuevo en el momento que elija", dijo Stella.
Pese a ser libre, Assange no podrá viajar a Estados Unidos sin autorización, indicó el Departamento de Justicia en un comunicado.
En virtud del acuerdo, el exhacker de 52 años, acusado de haber publicado cientos de miles de documentos confidenciales estadounidenses en la década de 2010, debe ordenar a WikiLeaks destruir toda la información publicada.