MACARENA VIDAL LIY y RAÚL SÁNCHEZ COSTA
EL PAÍS
Kiev “necesita urgentemente esas capacidades adicionales”, argumenta la Casa Blanca al anunciar la medida.
Estados Unidos suspenderá temporalmente la entrega de misiles Patriot a los aliados que ya los tenían prometidos y enviará en su lugar esos interceptores a Ucrania, ante la necesidad crítica de ese país de reforzar su defensa aérea ante los ataques rusos. “Sabemos que Ucrania necesita urgentemente esas capacidades adicionales. Les hemos aportado una serie de sistemas de defensa antiaérea y misiles interceptores de nuestros propios arsenales, incluidos del sistema Patriot y NASAMS; muchos de nuestros socios y aliados también. Pero evidentemente hace falta más, y hace falta ya”, ha declarado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una rueda de prensa telefónica.
“El Gobierno de Estados Unidos ha tomado la decisión difícil pero necesaria de redirigir las entregas de ventas militares de misiles Patriots y NASAMS comprometidas con otros países para enviarlas, en su lugar, a Ucrania” y que el Estado invadido pueda contar con los equipos que necesita para repeler la invasión rusa, según ha anunciado el portavoz. Kiev empezará a recibir esos suministros a finales de verano. Ello hace inevitable que en los próximos meses, “a finales de verano y otoño”, se produzcan retrasos en la entrega a otros países amigos. Pero la pausa tiene carácter meramente temporal y los países compradores acabarán recibiendo sus pedidos, insistió Kirby. Washington —prometió— hará lo posible para que las interrupciones se reduzcan lo mínimo posible.
Los Patriot son los sistemas de defensa antiaérea más avanzados con los que cuenta Estados Unidos. Están formados por un sistema de radares y lanzaderas que pueden disparar misiles interceptores contra proyectiles o aviones enemigos.
Estos equipos se encuentran entre el material militar que el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, reclama con más insistencia desde esta primavera, cuando Rusia ha comenzado a arreciar su ofensiva y ha logrado avances en la zona de Járkov. Su Gobierno considera que necesita al menos siete de ellos para proteger todo el territorio de su país; hasta el momento cuenta al menos con cuatro, aportados por EE UU y Alemania. Estados Unidos presiona a los aliados que disponen de esos equipos para que los aporten a Kiev.
El anuncio de la Casa Blanca llega después de que la semana pasada el presidente Joe Biden firmara con Zelenski en Italia, en los márgenes de la cumbre anual del G-7, un acuerdo bilateral de defensa para la próxima década.
Los gobiernos afectados ya se encuentran sobre aviso sobre los retrasos en la llegada de sus Patriot, según ha puntualizado Kirby, que no quiso enumerar qué naciones verán dilatarse la llegada de los misiles comprados, y se limitó a indicar que se trata de “una serie de países”. Sí precisó que entre ellos no se encuentra Taiwán, uno de los territorios que Washington considera prioritarios en su suministro de armamento para que la isla pueda defenderse de un posible ataque desde China. Tampoco lo estará Israel.
“Esta decisión demuestra nuestro compromiso para apoyar a nuestros socios cuando se encuentran ante una amenaza existencial. Estados Unidos cree firmemente que este es el mejor camino ahora mismo para apoyar a Ucrania, al tiempo que se asegura de que otros socios reciben, aunque con retraso en el calendario, los misiles de defensa aérea y capacidades militares que se han comprometido a adquirir”, indicaba el portavoz. “Si Rusia piensa que va a resistir más que aquellos que apoyamos a Ucrania, está muy equivocada”, enfatizó.
Al tiempo que Washington anunciaba su nuevo paso para reforzar la defensa aérea ucraniana, uno de los puntos más vulnerables de las fuerzas del país invadido, Rumania confirmaba también que donará un sistema Patriot a Kiev, tras varias semanas de incertidumbre por mantener serias reservas, según un comunicado de su presidencia. Pero a cambio exige a sus aliados, especialmente a EE UU, la entrega de otra batería “similar o equivalente”.
Con este anuncio, Rumania se suma a Alemania, que ya había divulgado el envío de otra batería adicional, y Holanda, que también entregará otra, ensamblada a partir de múltiples componentes enviados por distintos países. Estados Unidos también ha comprometido un sistema adicional. España anunciaba en abril la aportación de misiles Patriot a Ucrania, aunque hasta el momento ha evitado ceder alguna de las tres baterías de que dispone.
El Ministerio de Defensa rumano presentó al Consejo Supremo de Defensa Nacional (CSAT), dirigido por el presidente Klaus Iohannis, un análisis detallado sobre la situación de los cuatro sistemas de misiles tierra-aire de largo alcance Patriot, el desarrollo del programa de dotación con los otros tres sistemas y su importancia operativa en el país y en el ámbito de la OTAN, así como el impacto que genera una posible transferencia de un sistema.
Las autoridades en Bucarest se decantaron por enviar un sistema antiaéreo Patriot a Kiev “en vista del importante deterioro de la situación de seguridad en Ucrania, como resultado de los constantes y masivos ataques de Rusia contra civiles e infraestructuras civiles, especialmente en el sector energético, así como las consecuencias regionales de esta situación, incluida la seguridad de Rumania”.
En cambio, “esta donación se realiza con la condición de que nuestro país continúe sus negociaciones con los aliados, especialmente con el socio estratégico estadounidense, con el fin de obtener un sistema similar o equivalente, que responda a la necesidad de garantizar la protección del espacio aéreo nacional, de modernizar el ejército rumano y garantizar la interoperabilidad con el sistema de la OTAN, siendo al mismo tiempo necesario identificar una solución temporal para cubrir la vulnerabilidad operativa así creada”, prosigue la nota.
Rumania encargó en 2017 siete sistemas Patriot a Estados Unidos por valor de 4.000 millones de dólares, unos 3.700 millones de euros, de los que solo ha entregado cuatro hasta el momento. De ellos, solo dos están operativos, mientras que el tercero podría utilizarse a partir de finales de año y el cuarto a principios de 2025.