EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
El ganador de las elecciones presidenciales Donald Trump se declaró dispuesto a usar al ejército en su guerra contra los indocumentados "hasta el máximo nivel que la ley lo permite".
El año no podía ser mejor para Trump, quien arrasó en las elecciones del 5 de noviembre y regresará a la Casa Blanca desde el 20 de enero, con la tranquilidad de que los casos judiciales en su contra están cayendo como naipes, en consideración a que será el presidente de Estados Unidos. Su impacto ha sido tal que la revista Time anunció este jueves que Trump es la Persona del Año 2024.
En la entrevista que concedió Trump a Time con motivo de este reconocimiento, habló de la que se prevé será una de sus políticas más agresivas y polémicas: la deportación masiva de migrantes. Dijo que recurrirá a órdenes ejecutivas para reforzar la seguridad en la frontera con México, que pondrá fin al programa de "detener y liberar", por el que los migrantes indocumentados capturados en la frontera son liberados en suelo estadounidense, bajo promesa de que comparecerán a sus audiencias migratorias. Y que involucrará a las agencias de procuración de justicia, incluyendo -potencialmente- al ejército, en dicha operación de deportación masiva con la que busca expulsar del país, según sus cálculos, a unos 11 millones de personas.
Bajo la Ley Posse Comitatus, está prohibido desplegar al ejército contra civiles. Pero en la entrevista, Trump se mostró confiado en que logrará involucrar a los militares en operaciones para acorralar y deportar a los migrantes. Alegó que la ley Posse "no detiene a los militares si se trata de una invasión de nuestro país. Y yo considero que esto es una invasión".
Cuestionado sobre qué hará si los militares se niegan a cumplir sus órdenes contra los migrantes, Trump señaló: "Sólo haré lo que la ley permite, pero llegaré hasta el nivel máximo de lo que la ley permite".
Dada la magnitud de la operación que pretende realizar, Trump señaló que "en muchos casos los alguaciles y las fuerzas del orden van a necesitar ayuda. También conseguiremos Guardia Nacional, e iremos tan lejos como se me permita, de acuerdo con las leyes de nuestro país".
En la entrevista, se abordó el tema de que hasta ahora los países no parecen ser receptivos a la idea de negociar un acuerdo para recibir migrantes. Pero Trump retomó su tono amenazante. Aseguró que enviará a los migrantes "a todos los países", y advirtió que, si se niegan, "no haremos negocios con ellos (...) Les impondremos aranceles sustanciales". Trump aseguró que busca evitar que los migrantes se queden en centros de detención por años. "Los quiero fuera de Estados Unidos y los países van a tener que recibirlos".
Trump no eludió una de las principales críticas a su política de deportación: que millones de los indocumentados trabajan en el sector agrícola y que expulsarlos implicará que los precios se dispararán. "No, porque vamos a dejar entrar a la gente, pero tenemos que dejarla entrar legalmente. No queremos que la gente venga de cárceles. No aceptaremos sus presos. No aceptaremos a sus asesinos. No aceptamos sus asesinatos. No aceptamos a sus enfermos mentales. No lo haremos".