El presidente lleva dos días en Las Vegas, donde ha tenido varios eventos de campaña.
AGENCIAS
CDMX
El presidente Joe Biden ha cancelado su esperada participación en un evento organizado en Las Vegas por Unidos, una de las más grandes organizaciones de latinos en Estados Unidos. El mandatario iba a cerrar la jornada de la asociación sobre las 13.30 locales. Después de casi dos horas de retraso, la presidenta de Unidos, Janet Murgía salió al escenario para avisar que Biden no acudiría. “El presidente acaba de avisarme que ha dado positivo en la prueba del covid y lo mejor es que tome las precauciones debidas para la seguridad de todos”, ha señalado Murgía. La Casa Blanca asegura que Biden tiene síntomas leves y que viajará a su casa en Delaware.
Karine Jean-Pierre, la portavoz de la Casa Blanca, ha informado que Biden se pondrá en cuarentena, pero que seguirá llevando a cabo “todas sus responsabilidades”. “Me siento bien”, dijo el presidente a la prensa antes de abordar el Air Force One que lo llevará de vuelta al Este. No estaba utilizando una mascarilla.
El médico Kevin O’Connor ha asegurado en un comunicado que el presidente tiene escurrimiento nasal y algo de tos seca. El mandatario está tomando un antiviral llamado Paxlovid para tratarse la enfermedad. “Se sintió bien en su primer evento del día, pero debido a que no mejoraron los síntomas se le aplicó una prueba de covid y los resultados fueron positivos”, explicó el doctor.
Los casos de covid han ido en aumento en 45 Estados del país a lo largo del verano. El incremento ha sido especialmente agudo en los Estados del Oeste. Siete de cada diez infecciones han sido provocadas por la variante KP.
El presidente dio un discurso el martes ante la comunidad afroamericana, reunida en la conferencia de la NAACP en Las Vegas. Antes de salir al escenario, Biden ofreció una entrevista al canal Black Entertainment, donde fue cuestionado nuevamente de si abandonaría la carrera tras su desastrosa actuación en el debate y las críticas que esta le ha provocado. El mandatario dijo que lo consideraría si le surgiera un problema de salud. “[Lo haría] si un médico me dijera que tengo este u otro problema...”, dice Biden en un fragmento de la conversación. La entrevista completa será emitida esta noche.
Biden ha salido positivo en la que es su segunda jornada de actividades en Nevada, uno de los siete Estados bisagra de la contienda, y cuya población latina roza el 30%. Por la mañana, el mandatario visitó un supermercado en la ciudad. Su campaña también le programó una visita a un restaurante mexicano Lindo Michoacán en el este de Las Vegas, una zona de mayoría hispana. En el recorrido, Biden saludó de mano y se abrazó con varias personas y simpatizantes.
Sorpresa y decepción en la comunidad
El anuncio dado en la conferencia ha provocado caras de sorpresa y gestos de decepción entre los participantes. Se esperaba que el presidente anunciara aquí que algunas parejas e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses podrán iniciar en agosto un proceso para regularizar su situación migratoria. Era el más reciente esfuerzo del mandatario para frenar la pérdida de apoyos entre los latinos, un decisivo sector del electorado.
Donald Trump ha ganado terreno en el demográfico. Biden ha perdido un 20% de apoyos de afroamericanos e hispanos desde 2021. Algunos sondeos nacionales incluso muestran un empate entre ambos candidatos entre los potenciales votantes de estos grupos. Esto a pesar de que el actual presidente ganó el respaldo latino por un 28% en 2020.
El presidente Biden ha prometido rebajar el tono tras el atentado al que sobrevivió Donald Trump. Sin embargo, algunos asistentes a la convención creen que el mandatario necesita pasar a la ofensiva si quiere ganar. “Su Gobierno tiene que ser más agresivo ejecutando las políticas de esta Administración. Él es el líder, pero el Gabinete también es responsable de avanzarlas, deben ser más duros”, ha señalado Alexandra Moya, de 49 años y originaria de Cleveland, Ohio. Moya está registrada como republicana, pero asegura que, como puertorriqueña, nunca podría darle su voto a Donald Trump por el trato que le dio al territorio.
La Administración de Biden se ha movilizado para mantener este vital apoyo rumbo al otoño. El mandatario había anunciado en junio un programa para dar papeles a hijos y parejas de ciudadanos que lleven más de 10 años en situación irregular en Estados Unidos. De acuerdo a los cálculos de la Casa Blanca, esta medida puede beneficiar a medio millón de adultos y a unos 50.000 menores que ya se encuentran dentro del territorio. Las autoridades aseguran que estas personas podrían iniciar el proceso sin abandonar a sus familias.
El Gobierno también se ha comprometido a acelerar el trámite de las visas de trabajo para los jóvenes que han sido educados en universidades estadounidenses. Esta medida incluye a quienes cuentan con las protecciones contra deportación, conocidas como DACA, y a los Dreamers. El Departamento de Estado ha modificado recientemente sus guías públicas para permitir a los estudiantes sumar sus títulos universitarios al proceso de petición de una visa, siempre y cuando el trabajo vaya a realizarse en Estados Unidos.
Biden intenta defender su récord con los hispanos. El Gobierno estima que ha creado cinco millones de empleos para los latinos, una tercera parte de los 15 millones de puestos de trabajo que ha creado en los tres años que lleva en la Casa Blanca. La cifra se ha subrayado en un ciclo electoral donde la economía preocupa más que la inmigración para quienes se identifican como hispanos.
El fiscal recurre el archivo del caso contra Trump por los papeles de Mar-a-Lago
El caso de los papeles de Mar-a-Lago no se ha terminado. El fiscal especial Jack Smith ha decidido recurrir la decisión de la jueza de archivar y dar por cerrado el procedimiento en el que el expresidente Donald Trump está imputado por los documentos confidenciales que se llevó a su mansión de Palm Beach (Florida) y que retuvo allí tras dejar la presidencia. Así lo ha noticiado Smith en un escrito registrado este miércoles ante el juzgado de Florida encargado del caso. Será ahora un tribunal federal superior el que decida. En último extremo, la decisión podría llegar hasta el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, que ha favorecido a Trump en varias de sus decisiones.
“Por la presente, los Estados Unidos de América notifican que apelan ante el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Undécimo Circuito la orden del Tribunal de Distrito dictada el 15 de julio de 2024, Registro 672″, dice escuetamente el documento. No está disponible por ahora el contenido del recurso con los argumentos jurídicos para pedir al tribunal que revoque la decisión de la jueza federal Aileen Cannon, nombrada por el propio Donald Trump. Los tribunales superiores han rechazado anteriores decisiones de la jueza, que casi siempre ha fallado a favor del expresidente y ha ido retrasando el caso de forma indefinida hasta darlo por concluido.
En una sorprendente resolución de 93 páginas, la jueza concluyó que el nombramiento del fiscal especial, Jack Smith, violó la Constitución porque no había sido designado por el presidente (sino por el fiscal general) ni confirmado por el Senado. La Fiscalía había rebatido la tesis de que el nombramiento era defectuoso durante las vistas del mes pasado ante el tribunal. La decisión rompe con todos los precedentes anteriores al respecto, que han defendido la validez de los nombramientos de fiscales especiales por parte del Departamento de Justicia sin pasar por el Senado. Además, los fiscales argumentaban que incluso si la jueza fallaba a favor de Trump con respecto al defecto de forma en el nombramiento, la respuesta adecuada no sería desestimar todo el procedimiento, que fue lo que decidió.
“Los autores de la Constitución otorgaron al Congreso un papel fundamental en el nombramiento de los funcionarios principales e inferiores. Ese papel no puede ser usurpado por el Poder Ejecutivo ni difuminado en otro lugar, ya sea en este caso o en otro, ya sea en tiempos de mayor necesidad nacional o no”, decía la resolución de la jueza.
El caso de los papeles clasificados de Mar-a-Lago estalló con el registro de la mansión de Trump en Palm Beach (Florida) por parte de agentes del FBI el 8 de agosto de 2022. En junio del año siguiente fue formalmente imputado por decenas de delitos: conspiración, obstrucción a la justicia, retención dolosa de documentos de seguridad nacional, falsedades y violaciones de la ley de espionaje. Los papeles, como los de cualquier presidente estadounidense cuando deja el cargo, pertenecen por ley a los Archivos Nacionales, pero además, al contener información sensible para la defensa, su retención puede constituir un delito. Trump también está acusado de negarse a devolverlos cuando las autoridades se los pidieron en reiteradas ocasiones. Esas resistencias desembocaron en el citado registro.
Al principio del caso, la misma jueza ordenó al Departamento de Justicia y al FBI parar sus trabajos de investigación con todos los documentos hallados en el registro de la mansión de Mar-a-Lago mientras un perito especial los revisaba. El tribunal de apelaciones desbloqueó la investigación con una decisión que fue un varapalo jurídico tanto a la jueza como a los abogados de Trump. Desde entonces, Cannon ha favorecido al expresidente en más decisiones. Los retrasos acumulados por el caso impedirán previsiblemente que vaya a juicio antes de las elecciones del 5 de noviembre.
Aunque los jueces concluyan que la decisión de la jueza de desestimar el caso no se ajusta a la ley y revoquen el archivo del caso, Trump podría lograr que se retire la acusación en caso de ser reelegido presidente. Trump ha sido designado formalmente candidato del Partido Republicano a presidente en la convención que se celebra esta semana en Milwaukee.