25 de Noviembre de 2024
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Las heridas: novela del magistrado Felipe de la Mata

Combina el lirismo con la historia contemporánea, en particular los turbulentos años de la “Guerra sucia” contra la subversión popular armada en las décadas de 1960 y 1970, y la decisiva elección de 1988, auténtico punto de quiebre en la lucha de la izquierda mexicana por la democracia.

Juan David Castilla

Xalapa

Felipe de la Mata Pizaña, magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, señala que la pandemia le brindó tiempo y la oportunidad de escribir una novela ambientada en México, en el año 1988, retratando una sociedad conservadora, homofóbica y censurada por el gobierno, buscando emular a algunos escritores, como José Emilio Pacheco y Luis Spota.

El funcionario electoral habló de su libro Las heridas para El Heraldo de Xalapa, una novela que combina el lirismo con la historia contemporánea, en particular los turbulentos años de la “Guerra sucia” contra la subversión popular armada en las décadas de 1960 y 1970, y la decisiva elección de 1988, auténtico punto de quiebre en la lucha de la izquierda mexicana por la democracia.

“Dicen que de músico, poeta y loco todos tenemos un poco. Y ese fue mi caso. De alguna manera, me debí a mí mismo en algún momento expresar lo que siempre había querido, que es a través de una fuerte afición literaria”, indica Felipe de la Mata sobre los hechos que lo motivaron a escribir la novela.

La pandemia por coronavirus permitió que el Magistrado tuviera tiempo libre y fue así como decidió escribir la historia del año 1988, una época que le pareció importante analizar e investigar a fondo para plasmar en sus líneas.

“Decidí escribir la historia de un año, la de 1988. Y digo la historia de un año que no significa la de los acontecimientos políticos necesariamente. No, es la historia de un año, un año en una sociedad mexicana que era mucho más conservadora que la actual, una sociedad altamente homofóbica, llena de estereotipos de género, una sociedad donde, vamos a decirlo, el Presidente de la República era el que ordenaba y todos los demás simplemente se sometían a sus designios. Era una época en la cual la sociedad mexicana no era dueña de sus calles ni de sus casas porque a partir de los trágicos sucesos del 2 de octubre de 1968, pues la gente, digamos de manera espontánea, no salía a protestar a las calles ni a las plazas”, comenta.

Además, recuerda que, en esos tiempos, se trataba de un país donde los periódicos eran censurados de manera indirecta por el Estado, ya que el único que podía venderles papel periódico a las editoriales de los medios era el gobierno.

“Entonces, simple y sencillamente, si no les gustaba la línea editorial del periódico, no lo vendían. Era un México en el cual el presidente de la República, por conducto del secretario de Gobernación, presidía la autoridad electoral. Había que contar un poco todo lo que ha cambiado México, cómo ha cambiado nuestra sociedad y, por supuesto, también cómo ha cambiado la Ciudad de México y cómo hemos cambiado los que vivíamos en esa época”.

ESCRITOR FAVORITO

El magistrado Felipe de la Mata recuerda que uno de sus escritores favoritos fue José Emilio Pacheco, quien destacó en poesía, crónica, novela, cuento, ensayo y crítica literaria, pero también es considerado integrante de la llamada “generación de los cincuenta” o de “medio siglo”, en la que también se incluye a Juan Vicente Melo, Inés Arredondo, Juan García Ponce, Huberto Batis, Sergio Pitol, José de la Colina, Salvador Elizondo, Carlos Monsiváis, entre otros.

“La verdad es que la pregunta es muy buena y me permite reflexionar en algo. Mire, yo, sin quererlo, es decir, no buscándolo, pero yo amo a José Emilio Pacheco. Me encanta, lo amo. De verdad, lo amo como poeta y también como narrador. Y entonces, a ratos, me dicen algunas de las personas que me han leído que, al menos lejanamente, y lo quiero pensar así porque ya quisiera yo acercarme, por supuesto, al talento de Pacheco, pero les recuerda un poco a Pacheco y, la verdad, de alguna manera quiero pensar que es así. Yo, como narrador citadino del costumbrismo chilango, probablemente sí. Y, por otro lado, en el tema de política, quizá un poco a Luis Spota, que también fue un narrador de la política de los años 60 y 70 de este país”.

De la Mata Pizaña indica que su novela Las heridas busca divertir a sus lectores y generar reflexiones sobre el cambio en México en los últimos 36 años, destacando la apertura al mundo, la democracia y la libertad de expresión.

“Yo les diría que la primera cuestión es que no crean que va a ser una lectura pesada, que se trata de una novela que lo que primero intenta es divertirse. Lo segundo es tratar de entender y aprender, eso sí, porque lo importante es que nos genere reflexiones. Para los jóvenes, que reflexionen en torno a cómo ha cambiado México. Decir 36 años, yo sigo pensando que decir 36 años es hablar de un periodo corto en el tiempo de un país. Sin embargo, en esos 36 años México se ha abierto muchísimo al mundo. Ahora es un país abierto a través de los tratados de libre comercio, es un país en el cual hay un sistema democrático estable, institucionalizado. Es un país donde existe libertad de expresión, es decir, ha cambiado mucho en 36 años”, enfatiza.

El escritor destaca la importancia de que los jóvenes aprendan cómo era el país hace 36 años para que “cuiden el México de hoy”, donde hay mayores derechos y garantías para la población.

“Y por el otro lado, a los que sean mayores de edad, de esta edad, digamos, como yo, pues justo que añoren estas épocas, esta época en la cual los mexicanos, vamos a decirlo, que no nos coseamos hoy día el peinero, pues éramos jóvenes y cómo veíamos de alguna manera ese México y cómo entendíamos esta sociedad que de alguna manera también nos resultaba impuesta. Porque también era un tema en el cual los eslabones del poder eran mucho más fuertes y por lo tanto menos flexibles”.

DIFICULTADES

Felipe de Mata refiere que la mayor dificultad que enfrentó al escribir su novela fue la autocrítica y el miedo a exponer su trabajo, que es basado en hechos reales con un 90 por ciento de precisión histórica.

“Me parece que la mayor dificultad siempre es con uno mismo. Uno es el peor crítico de su novela o de su pieza. A ver, esto es como, no quiero decir que soy un artista porque no me acerco a hacerlo, seguramente si puedo seguir escribiendo quizá en algún momento lo pueda decir, pero por ahora solamente he producido una novela que trata de ser un producto artístico. Ahora, el tema es que el artista es el peor crítico de la obra de arte que está creando. Porque evidentemente uno pues trata de hacer su mejor esfuerzo que revele la pasión que está sintiendo, porque también uno escribe porque siente pasión. Y por supuesto, esa es como la primera cuestión. Y la segunda, el miedo. Porque por supuesto que uno tiene miedo de enseñar su obra de arte y someterse al ojo de la crítica”, narra.

Su novela no contiene testimonios de políticos e hizo una investigación minuciosa para la descripción de los hechos históricos del país en aquella época.

“Yo le puedo decir que el 90% de los hechos son reales. No hay, en general, no hay políticos que hablen. Solamente hay un discurso del ingeniero Cárdenas donde está exactamente el discurso que él dijo en el Zócalo en junio de 1988. Pero ese es lo único donde hay un político que habla. Todo lo demás son justamente hechos. Y el contexto es lo importante, el contexto de la obra es lo importante. Van pasando las escenas de los protagonistas en un contorno social y político. Y ahí es justo donde van apareciendo el contexto histórico. Pero todo lo del contexto histórico es totalmente cierto. De hecho, está basado en una investigación histórica profunda para poder llevar a cabo esta novela”, reitera.

LA IZQUIERDA MEXICANA

La prioridad del autor reside en destacar la lucha histórica de la izquierda mexicana a través de su personaje favorito, Ubalda, una guerrillera cabañista, durante el periodo de la “guerra sucia” en México.

“Todos los hechos del 88 son importantes, pero curiosamente hay algo que me sirvió y que quiero como hacer notar. A ver, es la lucha histórica de la izquierda. A ver, uno de mis personajes que se llama Ovalda, que es mi personaje favorito, es una guerrillera cabañista. Entonces, me sirve este personaje para explicar la manera en la cual la izquierda mexicana, como comunistas, pues son fundados a principios del siglo XX. Es decir, se empiezan a crear ahí el Partido Comunista Mexicano, en fin. Pero después de un tiempo, la izquierda actúa de manera proscrita. Es decir, se encuentra perseguida por el Estado, así de claro, perseguida. Y justo están ellos alzados en armas en contra del Estado para cambiar el régimen. Y como las guerrillas que se forman están enfrentadas al Estado, y el Estado trata de, así de claro, asesinar a todos los levantados en armas y termina consiguiéndolo. A eso se le llama el periodo de la guerra sucia”.

El escritor también busca trasmitir a los jóvenes que en México hace 50 años predominaban los hechos de guerra, donde el Estado estaba en contra de la gente.

“Y entonces, a mí me sirvió esta novela también para transmitirle a los chavos cómo este país, hace apenas 50 años, pues estaba en los hechos en guerra. Era un país en guerra donde el Estado estaba en contra de la gente, así de claro”.

Felipe de la Mata invita a adquirir su novela que está disponible en todas las librerías del país y también puede adquirirse de manera digital.

“Yo los invito a que adquieran la novela. La novela se puede conseguir en todas las librerías del país. Es del grupo Planeta bajo el sello Estata. Se puede conseguir en todas las librerías del país. Está en físico, está en audiolibro, está en electrónico y además se puede conseguir en Amazon”.

Felipe de la Mata Pizaña nació el 8 de enero de 1972, es abogado por la Escuela Libre de Derecho con mención especial (1995), maestro en Derecho por la Universidad Iberoamericana (2001) y doctor en Derecho por la Universidad Panamericana con mención honorífica (2009) y en Derecho y Libertades Constitucionalmente Reconocidas por la Universidad de Castilla-La Mancha con mención cum laude (2015).

Se ha desempeñado como secretario auxiliar de secretario proyectista de magistrado electoral regional (1997), secretario instructor y secretario de estudio y cuenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (1998-2011), coordinador general de asesores del TEPJF (2011-2013), secretario general de Acuerdos de la Sala Superior del TEPJF (2013-2014) y magistrado fundador de la Sala Regional Especializada del tepjf (2014-2016).

A propuesta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Senado de la República lo eligió magistrado electoral de la Sala Superior del TEPJF por un periodo de 9 años, empezando su gestión el 4 de noviembre de 2016.