VERÓNICA HUERTA/AVC NOTICIAS
ALTOTONGA
El ingreso a la laguna Pancho Poza, ubicada en este municipio, fue regulada a menos de 500 visitantes diarios por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) estatal, y se espera que en junio del presente año, se ponga en marcha el Protocolo de Conservación, Protección y Preservación del Medio Ambiente a fin de prohibir el paso en su totalidad, informó el presidente de Rescatemos Pancho Poza, Karlo Antonio Sánchez Huerta.
Detalló que Pancho Poza es catalogado como Sitio Ramsar categoría Sub 3, río de escorrentía, con 74 hectáreas de reserva ecológica de las cuales sólo quedan la mitad, porque a su alrededor las administraciones municipales permitieron asentamientos humanos.
La presidenta de Amigos Defensores del Bosque de Zoatzingo, Lizette Oriz Carriles; y los presidentes de Rescatemos Pancho Poza, Karlo Antonio Sánchez Huerta; y Amigos de Pancho Poza, José Brígido Rivera, demostraron el daño y la contaminación ante la Sedema, y solicitaron que se ponga en marcha el Protocolo de Conservación, Protección y Preservación del Medio Ambiente para que se prohíba el ingreso de personas.
El propósito de que no ingresen más personas a la laguna es para protegerla de la misma manera que la Isla Lobos en el estado de Tamaulipas y la Isla Sacrificios en Veracruz dijo en entrevista Sánchez Huerta.
“Las personas deterioraron la laguna; debe haber un periodo de restauración. Entre más gente haya, la laguna se va acabar. Los análisis estadísticos arrojan que la laguna se quedará sin agua en 15 años porque hay tala inmoderada, llega mucha gente a contaminarla, hay ola de calor, hay contaminación en mantos freáticos con heces de cerdos de Granjas Carrol” detalló Sánchez Huerta.
Refirió que el 22 de enero de 1996, el gobierno de Veracruz y el Congreso local crearon el decreto de Área de Conservación de Flora y Fauna para la laguna de Pancho Poza y sus 74 hectáreas con el propósito de proteger el sitio y el cuerpo de agua.
Sin embargo, a pesar de ser una Reserva Ecológica, desde hace una década este cuerpo de agua y de bosque mesófilo ha sido saqueado y explotado porque las autoridades municipales concedieron permisos a las agencias turísticas para convertirlo en atractivo turístico y crear el mito de aguas que curan hasta lepra.
“Pancho Poza, pobrecita, la han depredado por todos lados; le cortan los árboles, bajaron los mantos freáticos, las granjas de cerdos le dieron en la torre, y el colmo son los tours masivos a la reserva, y eso que hay una Gaceta Oficial del Estado, por eso la gente se opone a que entren, y esperamos que Sedema prohíba la entrada por dos meses”, indicó.
La laguna de Pancho Poza se alimenta por escurrimientos de agua provenientes de los Parques Nacionales Cofre de Perote y Pico de Orizaba, y de los humeros que da la temperatura de 19 grados, pero al hacer un choque con el ambiente de primavera y verano, esto genera vaporizaciones y las personas creen que son “milagrosas”.
El mito de que el agua de Pancho Poza es curativa ha sido promovido por el Ayuntamiento local con agencias de viajes de Estado de México, Puebla, Ciudad de México, Hidalgo, Tlaxcala y San Luis Potosí, y en una ocasión llegaron dos autobuses con personas enfermas de la piel, algunos de ellos presuntamente con “lepra”, pero su ingreso a la laguna fue impedido por los defensores.
“Altotonga es un sitio muy frío, a veces están a menos 5 grados bajo cero, y el choque de temperaturas hace que el agua se evapore y la gente creó la leyenda de aguas termales, pero no es verdad; y el Ayuntamiento con tal de atraer turismo circuló que el agua cura la lepra; tuvimos dos casos, de autobuses de personas con lepra y no lo permitimos” dijo.
Sánchez Huerta expuso que el agua de Pancho Poza es de manantial, así que personas de los municipios de Atzalan y Altotonga la beben de manera directa, por eso no debe haber más visitantes.
Otra afectación fue el permiso otorgado por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán para que a partir del año 2004 continuara la producción masiva de cerdos de la empresa Granjas Carroll de México, S. A. de C. V., en el Valle de Perote, debido a que los excrementos contaminaron los mantos freáticos y escurren hacia Pancho Poza.
“Las membranas que utilizan para excretas y cadáveres de marranos empezaron a tener filtraciones y hubo casos de coliformes y bacterias en el sistema hídrico de Pancho Poza, por lo que se pusieron anuncios para que la gente empiece a hervir el agua”, dijo.
El Ayuntamiento Altotonga, presidido desde hace 10 años por el cacicazgo de la familia Morales Guevara, concedió permisos de venta de comida y bebidas alcohólicas a las personas que en campañas políticas los ayudaron a obtener la alcaldía, y la reserva ecológica que debió protegerse siempre, ahora es visitada en un día por tres mil personas.
En la reserva ecológica hay especies endémicas como reptil llamado “Dragoncito de la Sierra Madre Oriental” considerado en peligro de extinción, los cuales son asesinados por los turistas.
“Hice un estudio y ahí en la reserva hay dos tipos de dragoncito, están sueltos y la gente los mata, los apedrea, los apalea, y son especies indicadores biológicos que se deben preservar, pero se les hace fácil matarlos, otro problema es que llevan perros, los meten a la laguna”, indicó.
También, los mismos pobladores de Altotonga ocuparon la reserva ecológica para llevar a lavar carros, y así que los detergentes y otros químicos escurrían hacia la poza.
“La hicimos de guardabosques y los corrimos, les dijimos: No, aquí no vengas a lavar carros, ni ropa ni nada. Aquí es una tranza, por decirlo la entrada a Pancho Poza no se cobra, pero el Ayuntamiento sí le cobra su cuota a la gente que vende alimentos y bebidas alcohólicas, y a los que cobran el estacionamiento” indicó el exdirector de la reserva ecológica.