*La unión civil entre personas del mismo sexo ofende a la humanidad
*Lesiona el concepto de familia y crea malestar en la sociedad
Yhadira Paredes
Xalapa
En el comunicado dominical de la Arquidiócesis de Xalapa, el vocero de la misma, José Manuel Suazo Reyes, insistió en que llamar matrimonio a la unión de personas del mismo sexo es algo contradictorio y ofende a la humanidad.
Luego de recordar que el pasado viernes 12 de junio, los medios de comunicación dieran cuenta de la primera unión civil entre dos personas del mismo sexo en el Registro Civil de Xalapa, la Arquidiócesis se mantiene en su posición de respeto al matrimonio que sólo puede darse entre un hombre y una mujer, como lo señala, dice, el Artículo 75 del Código Civil de Veracruz.
En dicho artículo “el matrimonio es la unión de un solo hombre y de una sola mujer que conviven para realizar los fines esenciales de la familia, como institución social y civil”, asevera Suazo Reyes.
En su explicación en el comunicado señala que el matrimonio, del matrimonium que quiere decir: oficio o condición de la mujer (madre), basado en la matriz, órgano reproductor para procrear, asegura que la unión de dos varones que no pueden procrear nunca puede ser matrimonio por rotunda imposibilidad física y biológica, ya que ninguno de los dos contrayentes posee matriz.
Y en el caso de dos mujeres que no logran realizar su condición de posibles madres, al no poder fertilizar sus matrices entre sí, tampoco se puede emplear ese término.
Si bien dice el documento, las personas homosexuales o lesbianas tienen todo el derecho a proteger civilmente su patrimonio, su bienestar y su estilo de vida, para ello el Estado contempla diferentes formas jurídicas o se podrían introducir otros términos para denominar estas uniones, tales como el de “gaymonio” o “lesbimonio”, pero nunca el de matrimonio.
Suazo Reyes afirmó que la desaprobación y rechazo de llamar matrimonio a la unión civil entre personas del mismo sexo no significa discriminar a las personas homosexuales, pues asevera que merecen todo el respeto de la Iglesia porque son personas, así como el respeto de las decisiones que tomen sobre sus vidas.
“Ellos merecen todo nuestro respeto porque son personas; respetamos las decisiones que tomen sobre sus vidas, les reiteramos nuestro aprecio”.
Asimismo, el vocero de la Arquidiócesis asevera que la decisión de un juez que ordena al Registro Civil aplicar el formato de matrimonio para estas uniones suena más a un caciquismo legislativo, un cambio de paradigma que responde más bien a una ideología que a los derechos humanos; ese veredicto lesiona el concepto de familia y crea malestar en la sociedad mexicana.
“El reconocimiento de esta unión civil como matrimonio va contra el bienestar público y contra el equilibrio y desarrollo de los niños. Que un homosexual se queje de discriminación porque no se le permite casarse con otra persona del mismo sexo es como si un papá se quejara de discriminación porque no se le permite casarse con su hija; o un adulto con una niña. No existe discriminación, la ley vale para todos y la sociedad tiene un modelo de matrimonio”.
José Manuel Suazo afirmó que una sociedad de convivencia nunca podrá equipararse a la dignidad y grandeza que tiene el matrimonio, esto adultera el concepto de familia y lejos de enriquecerlo o aportarle algún beneficio solo lo empobrece y deteriora.
Finalmente, señala que la Iglesia Católica hace votos para que en el estado de Veracruz se proteja la familia, el matrimonio y la vida humana desde su concepción hasta su desenlace natural, de otra manera triunfará el caciquismo legislativo, la imposición y el deterioro de la sociedad y los valores.