De no existir una atención eficiente en el manejo del estrés se pueden desencadenar problemas de salud como: presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, diabetes, obesidad, depresión, ansiedad o problemas en la piel, afirmó el psicólogo, Eliseo Arturo Reyes Alvízar.
En el marco del Día Mundial del Psicólogo, señaló que el estrés es la reacción del cuerpo a un desafío, es un sentimiento de tensión física o emocional que en pequeños episodios puede ser positivo; sin embargo, cuando dura mucho tiempo, puede ser perjudicial para la salud.
El estrés, destacó, es un sentimiento normal, sin embargo, es importante un buen manejo de éste, pues situaciones o pensamientos de frustración, nerviosismo o enojo pueden llegar a salirse de control y propiciar enfermedades.
Entre los síntomas más comunes del estrés se encuentran: dolor abdominal, dolor de cabeza, dolor o tensión muscular, aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, temblores, mareo, necesidad frecuente de orinar, boca seca, problemas para deglutir, dificultad para concentrarse, sentirse muy cansado e insomnio.
El también Jefe del Departamento de Enseñanza de la Subdelegación Médica del ISSSTE en Veracruz, comentó que existen dos tipos de estrés: el agudo, el cual se presenta a corto plazo y desaparece rápidamente; y el crónico que dura por un período de tiempo prolongado.
“En nuestra vida diaria se nos presentan diferentes situaciones que van desde problemas de dinero, problemas matrimoniales, familiares o problemas en el trabajo, cuando estas situaciones se mantienen por semanas, estamos hablando de estrés crónico, al cual nos acostumbramos sin darnos cuenta y cuando vemos ya nos encontramos en un problema de salud”, señaló.
Reyes Alvízar explicó que al presentarse situaciones de estrés, el cuerpo reacciona liberando hormonas que hacen que el cerebro esté más alerta y puede causar que los músculos se tensionen y aumenten el pulso.
En Veracruz, el Instituto a través del programa PREVENISSSTE otorga orientación sobre manejo del estrés.
Además, de manera individual se pueden realizar una serie de acciones que contribuyen a reducir el sentimiento de tensión, entre ellas: planear actividades de entretenimiento, tomar descansos regulares, realizar actividades físicas periódicamente y llevar una alimentación adecuada.
