*Es una práctica que afecta la salud emocional
*Existen diferentes tipos de acoso escolar, como el físico, el ciberbullying y la exclusión social
Redacción
Xalapa
El Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia recuerda que cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido de forma reiterada entre alumnos, se denomina acoso escolar o bullying, una práctica preocupante que debemos combatir entre todos, puesto que causa secuelas psicológicas.
El bullying es una conducta violenta o agresiva que se repite y que se da de manera constante; es intencional, puesto que las agresiones buscan provocar un daño, e intervienen tres actores principalmente, las víctimas, los agresores y los testigos (alumnos o docentes de la escuela que observan las agresiones).
Existen diferentes tipos de acoso escolar, como el físico, cuando hay golpes, empujones o se organizan para golpear al acosado; ciberbullying, que consiste en molestar a alguien través de Internet, específicamente en páginas web, blogs, mensajes o correos electrónicos; exclusión social, cuando se ignora, se aísla y se excluye a un compañero de clases; verbal, cuando se insulta y menosprecia al escolar en público; y psicológico, si existen persecución, intimidación, manipulación, chantaje y amenazas.
Algunas señales de que su hijo vive acoso en la escuela pueden ser que sus compañeros le han puesto apodos ofensivos o que lo hacen sentir mal; constantemente lo ponen en ridículo, pierde sus libros, su dinero y otras cosas; no le gusta salir al receso y busca quedarse cerca del profesor o de otros adultos.
Otras señales son los constantes moretones, heridas, cortadas, arañazos o ropa rota; se siente inseguro, tiene miedo y se pone muy nerviosa o nervioso; está triste y preocupado; no tiene amigos y está solo todo el tiempo; tiene miedo de ir a la escuela, ha perdido el interés por el trabajo escolar, ha bajado sus calificaciones y cambia constantemente las rutas por las que va o regresa de la escuela.
Si detecta que su hijo o hija es acosado reconozca que tienen un problema, hable con el niño y con sus amigos, maestros y familiares para saber qué está pasando; dele seguridad, hágalo sentir que su familia lo protege y que puede confiar en usted; juntos busquen una solución solicitando apoyo a los maestros o especialistas, y si es necesario busque apoyo psicológico.