*La displicencia de las autoridades de la UV provocó afectaciones en editoriales que participan en el evento
*El agua se metió a la sede de la Feria del Libro Universitario; algunos stands fueron reubicados
Juan David Castilla Arcos
Xalapa
Las goteras registradas en el Complejo Deportivo Omega afectaron a cinco casas editoriales que participan en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2015; algunos stands debieron ser reubicados para evitar que los textos sufrieran daños.
Así lo dio a conocer uno de los trabajadores de la casa editorial de la Universidad Veracruzana (UV), quien omitió su nombre por temor a represalias y destacó que el agua también alcanzó al área donde estaba instalado el equipo de cómputo.
“Se nos mojó el cableado, el equipo de cómputo, tuvimos que recorrer algunos libros porque se iban a mojar, está muy cerrado, pero el agua se filtra, esto fue como a las cuatro o cinco de la tarde”, relató.
El lunes pasado, la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara González, dijo desconocerla presencia de goteras en el Complejo Deportivo Omega, por lo que no se tomaron las previsiones para evitar afectaciones durante las fuertes lluvias registradas por el paso del Frente Frío Número 49.
Aunque no hubo daños materiales en el lugar, el entrevistado indicó que no pudieron vender durante 30 minutos, toda vez que al desconectar el cableado, el sistema electrónico para concretar el proceso de compra-venta dejó de funcionar.
“Estaba haciendo unas cuentas y quizá disminuyeron unos 5 o 6 mil pesos, lo que representa un porcentaje de 45 o 50 por ciento, en comparación con días pasados. Como a unos cinco o seis stands les afectaron las goteras”, manifestó uno de los encargados de la casa editorial de la UV.
Durante un recorrido realizado la noche del martes, se constató que otras casas editoriales colocaron plásticos en la parte superior de su stand para evitar que los libros se mojaran. Así fue el caso de la casa editorial Biblioteca del Plata, Libros Argentinos en México.
En el recinto también pudieron observarse cubetas con agua y partes donde la alfombra estaba completamente mojada; los encargados desconectaron el cableado para evitar un cortocircuito y un posible incendio.
“La humedad le puede afectar a los libros, solo las personas que hacen el aseo estuvieron sacando el agua, pero no sacaron toda, todavía hay agua”, expresó otra trabajadora de la Editorial de la UV.