*Quienes sean elegidos diputados federales deben considerar la opinión de niños y jóvenes que participen en la consulta, refirió la consejera electoral de la Junta Local del INE, Daniela Griego Ceballos
*Podría reflejarse en políticas públicas
Yhadira Paredes
Xalapa
Los próximos diputados que sean electos por la ciudadanía deben tomar en cuenta los resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2015 que se llevará a cabo el 7 de junio, a fin de establecer políticas y programas públicos que mejoren la calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes mexicanos, señaló la consejera electoral de la Junta Local del INE, Daniela Griego Ceballos.
Durante la instalación del Comité Organizador de la consulta, sostuvo que si bien no es de carácter obligatorio, sí se expresan algunos problemas y preocupaciones de la infancia en México y que no son ajenas a las condiciones que se viven en Veracruz.
“La consulta debe ser un mecanismo eficiente de expresión, con capacidad de generar respuestas concretas y acciones en las temáticas expresadas”.
Sostuvo que garantizar los derechos de la infancia implica no solo un deber legal y ético, sino también la asignación de recursos financieros suficientes para establecer programas y políticas públicas.
La consulta infantil y juvenil permitirá transmitir a los niños que sus perspectivas, intereses y voces son importantes y que pueden legítimamente exigir un lugar en la vida pública y en el proceso de toma de decisiones del país.
Con esta actividad se busca promover los valores de la ciudadanía y democráticos mexicanos y la toma de conciencia de los niños y adolescentes como titulares de derechos, tal como se establece en el artículo 1° de la Ley General de Niños, Niñas y Adolescentes aprobada recientemente.
Sin embargo —consideró Daniela Griego Ceballos— es necesario reconocer que en México existen factores estructurales que limitan el ejercicio de los derechos y las oportunidades de participación de este sector de la población, como son la pobreza, la violencia y la discriminación por raza, etnia, edad, género y clase social.
De acuerdo con el informe anual de la Unicef México 2013, la pobreza afecta a la niñez y la adolescencia, toda vez que mientras 42% de la población adulta vive en condiciones de pobreza, para los niños y niñas menores de 18 años el porcentaje aumenta a 53.8%.
Además de la edad, las desigualdades se asocian al lugar de residencia y pertenencia étnica: los que habitan en estados del sureste y en comunidades indígenas presentan mayores desventajas e inequidades.
Por ejemplo, la desnutrición crónica en niños y niñas menores de cinco años alcanza 1.5 millones, es decir, 13.7%, y en comunidades indígenas y rurales del país aumenta hasta 27.5&.