*Entre los gasolinazos y el pobre aumento al salario, cada vez es más caro comer, lamentos los ciudadanos
*Casas de empeño y financieras, las ganonas
Juan David Castilla Arcos
Xalapa
La cuesta de enero afectó a la población en la primera semana de este 2015. Los estados financieros en ceros y el incremento de los precios de algunos productos de la canasta básica han obligado a los ciudadanos a solicitar un préstamo o a acudir a las casas de empeño.
Durante el periodo vacacional de invierno, las personas gastaron todo su aguinaldo y actualmente es complicado enfrentar la situación.
Aunque autoridades federales y estatales digan lo contrario, el precio de la gasolina continúa en aumento y, por consiguiente, el precio de otros productos también.
En un sondeo, los ciudadanos se dijeron "hartos" de que aumenten los precios, de que el aumento salarial sea de dos o tres pesos de manera anual y de que el poder adquisitivo de las familias sea cada vez más precario.
Por su parte, las amas de casa han detectado un incremento en los precios de la leche, el huevo, el pan, el pollo, la carne de res y de cerdo; también en el jitomate, la cebolla y el aguacate.
El consumo de estos productos en la población es muy frecuente; sin embargo, en ocasiones tienen que remplazarlos al no poder adquirirlos.
La señora Carmela Hernández, quien radica en el centro de Xalapa, expresó que con el incremento al precio de los combustibles la economía de su familia se ha visto seriamente afectada.
“Claro que nos afecta estos incrementos, desde el año pasado estamos aplicando en la casa medidas de austeridad para tener ahorros y no quedar en quiebra, estamos sacando las quincenas con poco dinero. Ni hablar de los incrementos a los alimentos, que hay productos que suben de un momento a otro, la carne también anda por las nubes”, dijo.
Ante el regreso a clases, se observó una mayor afluencia de personas en las casas de empeño y en las empresas financieras, mismas que realizan préstamos que van desde los dos mil a los 70 mil pesos, en algunos casos.
José Luis Ordóñez repudió el incremento de precios, que el poder adquisitivo de las familias cada vez sea peor y que las políticas gubernamentales no den resultados positivos.
"Todo subió, es que como volvió a subir la gasolina ya con eso nos afecta en todo porque te sube el gas de la cocina, el gas para el carro, la comida. Si antes podías comer en la calle ahora ya no puedes porque es más caro y te sale mejor cocinar en tu casa", argumentó.
Durante 2014, el precio de la gasolina se elevaba entre 9 y 11 centavos de manera mensual; sin embargo, el pasado 1 de enero el incremento fue tajante, lo que ha molestado a la comunidad mexicana.
El último "gasolinazo" fue de 3 por ciento. El litro de gasolina magna cuesta 13 pesos con 70 centavos y 14 pesos con 53 centavos la premium.
Ante tal situación, en la capital veracruzana los taxistas han elevado las tarifas a su conveniencia, pese a que el Gobierno del Estado no ha autorizado dicha situación.
"No nos alcanza porque está subiendo mucho la gasolina, a veces ya solo sacamos para pagar la cuenta del patrón y llenar el tanque de gasolina. Por eso nos vemos en la necesidad de subirle cinco pesos a cada corrida", expresó Manuel Ruiz, taxista.
Por su parte, Martha Escobedo, ama de casa, señaló que además del incremento en los precios de alimentos también aumentó el costo de las cajetillas de cigarros, del gas LP y del transporte foráneo.
"Tuve que ir a Veracruz y el boleto me costó 128 pesos, ya cada vez es más caro viajar y comer, es más caro todo. Cada vez es más difícil adquirir lo necesario para vivir. Los que están en el poder viven muy bien, pero nosotros ¿cómo le hacemos?", exclamó.