*La actual situación podría provocar que no llegaran los regalos esperados
*Presencia, a cambio de presentes, recomienda Arquidiócesis
Yhadira Paredes
Xalapa
Si bien las condiciones sociales y económicas que viven muchos Reyes Magos no les permitirán traer lo que los pequeños encargaron, pueden cambiarlo con su presencia cualitativa, sus actividades y su vida, señaló el director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes.
El también párroco de la iglesia María Auxiliadora de esta capital destacó en el documento conmemorativo a la llegada de los Reyes del Oriente el próximo martes 6 de enero que esta solemnidad habla de la salvación universal que Dios ha manifestado con el nacimiento de Jesús.
Señala que el relato de los magos habla de tres personajes: el rey Herodes, los sumos sacerdotes y escribas del pueblo y los Magos de Oriente; cada uno representa una actitud frente al nacimiento del Hijo de Dios.
Cuando el egoísmo domina nuestra vida adoptamos una conducta como la de Herodes: buscamos suprimir o callar la voz de Dios.
“Si nos dejamos conducir por nuestro egoísmo, por nuestras ambiciones o por nuestras tendencias a la autocomplacencia, entonces percibiremos la presencia de Dios o del bien como algo que nos amenaza y buscaremos eliminarlo de nuestras vidas”.
En tanto al referirse a los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, destacó que si bien conocían a la perfección las sagradas escrituras, el nacimiento de Jesús les es indiferente. “Esto puede sucedernos a veces, cuando consideramos que la vida cristiana se reduce a la adquisición de conocimientos o de doctrina. Ciertamente el conocimiento solo no nos salva. Nos salva la experiencia del encuentro con la persona de Jesús”.
Asegura que en vez de comportarnos de forma coherente con la fe, se siguen principios opuestos a ella, buscando satisfacer las inclinaciones egoístas, las ambiciones personales, la sed de poder y de riquezas.
Sobre los Magos de Oriente sostiene que no les importa dejar sus comodidades y buscar al mesías arriesgando su vida.
“Esta tercera actitud es la que debemos cultivar todos los creyentes: es bueno escuchar la voz de Dios, ponerse en camino para buscarlo donde lo podamos encontrar y al descubrirlo, adorarlo y ofrecerle lo mejor de nosotros, nuestra vida”.
Suazo Reyes aseveró que solo cuando se atreven a salir de los esquemas y se reconoce a los demás se será capaz de descubrir sus bondades y llevar a la solidaridad y compartir los bienes.
