Jorge Morales/
Xalapa.-
El movimiento estudiantil de exigencia de justicia por la desaparición de estudiantes normalistas de Ayotzinapa solo tendrá futuro si se articulan ideas y propuestas y no se cae en vandalismo, opinó el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana, Manlio Fabio Cazarín León.
El académico, ex director de la Facultad de Derecho de la UV, reconoció que las protestas por los 43 estudiantes desaparecidos han sumado otras causas sociales y de exigencia de justicia en el país.
Y con este motivo, el sector estudiantil “ha decidido dar un golpe en el escritorio y emprender acciones para solidarizarse y hacerse sentir”.
No obstante, condenó que en ese marco se realicen actos vandálicos como el prender fuego a la puerta de Palacio de Gobierno, ante lo cual no cabe ninguna justificación.
“Se trata de daños y afectación a bienes públicos que lejos de costarle a los políticos y funcionarios le cuesta al erario público”.
Incluso, señaló que hubo la posibilidad de que el saldo hubiera sido peor si la gasolina utilizada se hubiera salido de control o existieran explosivos.
En cambio, explicó que la protesta tendrá éxito si los estudiantes son capaces de articular argumentos contundentes y acciones “de que el país no puede seguir así y se conjuntos esfuerzos”.
Indicó que también es importante que los estudiantes tengan una estrategia de protesta que no caiga en situaciones como la del miércoles.
Finalmente, Cazarín León lamentó que en este tipo de protestas haya quienes busquen el anonimato mediante el uso de capuchas, aunque reconoció que esta es una práctica extendida hasta en las mismas corporaciones policíacas y quienes se manifiestan argumentan que es una medida de protección contra el acoso de autoridades.
En ese sentido se dijo preocupado que estudiantes y académicos de Humanidades denunciaran abusos de policías por manifestarse, sobre todo cuando hay antecedentes de este tipo de prácticas en corporaciones de seguridad.
“En las calles vemos patrullas intimidantes con policías encapuchados que uno no sabe si se les va a salir un disparo cuando va uno atrás de ellos. Y
cuántas veces nos hemos enterado de personas camufladas y rostros cubiertos que hacen desaparición forzada y agresiones”, recordó.