23 de Noviembre de 2024
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Xalapa, Antiguo/ El Arte Sacro en México 

Por Jorge Díaz Bartolomé 

El Arte Sacro en México 

Dentro de las curiosidades que se encuentra uno en los recorridos históricos que realizamos, menciono una que ha llamado especialmente mi atención:

 

Entre bosques y bellos paisajes de una ladera del Popocatépetl se encuentra un pequeño pueblo llamado Tochimilco, lugar donde los franciscanos eligieron para fundar el convento de la Asunción, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. En una capilla dentro del complejo conventual se ubica un retablo tallado en madera en alto relieve, elaborado en una sola pieza, está dedicado a San Francisco de Asís, una auténtica maravilla de la mano de obra indígena con un peso aproximado de 200 kilogramos.

 

En el 2001 fue robado del ex-convento, cuatro años después fue localizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la Galería Peyton Wright de Santa Fe, Nuevo México en Estados Unidos. Después de la respectiva denuncia y los trámites correspondientes, el Gobierno Mexicano solicitó la intervención de la INTERPOL-México para su repatriación; la pieza sería subastada por la galería en 255,000 dólares. Cuando el retablo regreso al pueblo, sus habitantes lo recibieron con gran júbilo y una emotiva fiesta; actualmente es resguardado con mayor cuidado por los habitantes de Tochimilco, y sólo se expone en ocasiones especiales.

 

Esto nos habla de las bandas especializadas en robo de arte sacro en nuestro país, muchas veces lo hacen por encargo o catálogo. Son piezas muy codiciadas por coleccionistas que pagan fortunas por ellas y bueno, basta recorrer el país y ver tristemente las iglesias y capillas prácticamente desmanteladas y vacías.

 

Cerca de Perote se encuentra Tenextepec, su iglesia dedicada a San Antonio también fue presa del robo de cuatro importantes cuadros del siglo XVIII. Pero donde realmente sentí feo, fue en la iglesia de San Vicente Ferrer, en Chimalhuacán, Estado de México, lugar donde bautizaron cuatrocientos años atrás a Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillán (Sor Juana Inés de la Cruz); todas las pinturas de sus antiquísimos retablos fueron tristemente cortadas y arrancadas, actualmente sólo se ven los huecos. 

 

En muchas iglesias, sus celosos pobladores no permiten fotografiar los interiores de los templos, ante el temor de que su arte sea expuesto en catálogos, para luego por encargo, mandar a robarlo.

 

La historia del ex-convento franciscano de la Natividad de Nuestra Señora en Xalapa ha tenido episodios inciertos a través de su historia, algunos testimonios se encuentran en el Archivo General de la Nación (AGN), y dan cuenta de manera intermitente las penurias que sufrió aquella construcción del siglo XVI, así como sus interiores. Por citar dos ejemplos, la pila bautismal labrada en piedra, actualmente se encuentra en una capilla en la ex-hacienda de Zimpizahua, lo único que se encuentra a la vista del público son los retablos ubicados en la iglesia del Calvario, uno dedicado a San Juan Nepomuceno y el otro a San Francisco. Estos dos retablos junto con el que se encuentra en el altar principal de la iglesia Santiaguito, son una muestra del barroco estípite que prevaleció en muchas iglesias de la Nueva España durante los siglos XVII y XVIII; no podemos dejar pasar la oportunidad de mencionar el frontispicio que se encuentra exhibido en el Ágora de la Ciudad.

 

La Catedral Metropolitana de Xalapa no ha sido la excepción, seguramente en el siglo XVIII contaba con un interesante inventario arte, producto de las donaciones que hacían acaudaladas familias de la Provincia. Si nos vamos a una época reciente, en 1977 unos delincuentes subieron por las escaleras que llevan al Coro para esconderse en el campanario, por la noche robaron algunas obras de arte. Actualmente la única pieza con gran valor es una pintura de la Vigen del Carmen realizada por el pintor novohispano Miguel Cabrera.

 

No nos queda más que decir que si no conocemos el arte colonial, difícilmente podremos transmitir un sentido de pertenencia, el cual nos ayudaría a presevarlo para futuras generaciones.

 

 

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