EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
Robert Lighthizer se desempeñó como Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) en el primer periodo de Donald Trump, ahora que el republicano volvió a ganar las elecciones presidenciales lo invitó a participar en ese mismo puesto, aunque aún no está confirmada su participación en el gabinete.
Con una trayectoria de más de cuatro décadas en el ámbito del comercio internacional, Lighthizer ha sido un defensor del proteccionismo económico y de la necesidad de proteger a la industria estadounidense frente a lo que considera prácticas comerciales desleales de otras naciones.
Lighthizer se interesó pro el derecho y la economía lo que lo llevó a obtener su Juris Doctor en la Escuela de Derecho de la Universidad de Miami.
Su carrera comenzó en el ámbito privado, trabajando como abogado especializado en comercio internacional.
Durante los años 80 cuando dio sus primeros pasos en la administración pública, trabajando para la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR), donde se destacó por su habilidad para enfrentar a economías como la japonesa en los tribunales comerciales internacionales.
Con el tiempo, Lighthizer se consolidó como un experto en la defensa de las industrias estadounidenses, particularmente en la lucha contra las prácticas comerciales de países como Japón y China, lo que le permitió ganar notoriedad en círculos comerciales y gubernamentales.
En 2017, Lighthizer fue nombrado por Donald Trump como Representante Comercial de los Estados Unidos.
Durante su tiempo al frente de la USTR, Lighthizer se convirtió en uno de los principales arquitectos de la política comercial proteccionista de la administración Trump.
Una de sus principales prioridades fue reducir el déficit comercial de Estados Unidos, especialmente con China, un país que, según él, adoptaba prácticas comerciales que dañaban a las empresas estadounidenses.
Bajo su liderazgo, EU. comenzó una serie de medidas económicas agresivas, entre ellas la guerra comercial con China.
El gobierno de Trump impuso aranceles a miles de productos chinos en un intento por presionar a Pekín a reformar su política comercial, especialmente en áreas como la protección de la propiedad intelectual y la transferencia forzada de tecnología.
Este conflicto comercial resultó en la firma de la Fase 1 del acuerdo comercial entre ambos países en 2020, que alivió algunas de las tensiones, pero no resolvió por completo la disputa.
Pero el mandato de Lighthizer no se limitó a China. Otro de sus movimientos más importantes fue la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que dio paso al nuevo acuerdo T-MEC.
Este tratado, firmado con México y Canadá, modernizó diversas áreas del comercio en América del Norte, con un enfoque en comercio digital, protección laboral y propiedad intelectual, aspectos clave para enfrentar los desafíos del comercio global contemporáneo.
Lighthizer es conocido por su enfoque firme en el nacionalismo económico.
A lo largo de su carrera, ha defendido políticas que favorecen a las industrias nacionales, con un énfasis particular en fortalecer la manufactura estadounidense y protegerla de lo que percibe como competencia desleal, especialmente de países con economías emergentes como China.
En sus discursos y entrevistas, Lighthizer ha subrayado que, en su visión, el comercio debe ser justo y equilibrado, y que Estados Unidos debe tener más control sobre las reglas del sistema comercial global.
Su postura ha sido enérgicamente proteccionista, abogando por una reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y por una estrategia económica que favorezca a los trabajadores y empresas estadounidenses por encima de los acuerdos multilaterales.