EL UNIVERSAL
MIAMI, EU
En medio de los líos judiciales que enfrenta el expresidente estadounidense y casi seguro candidato presidencial republicano, Donald Trump, el magnate busca que la Corte Suprema de Estados Unidos confirme y apoye una presunta inmunidad que expresidentes y mandatarios del país gozan y a la que tienen derecho, según Trump; ello impediría que sea juzgado por delitos cometidos cuando era jefe de Estado.
"Lo primero que hay que dejar en claro, para que no haya duda ni confusiones, es que ninguna ley en Estados Unidos le otorga explícitamente inmunidad absoluta al presidente en turno y menos a un expresidente", señala a EL UNIVERSAL el abogado internacionalista Jaime Ortiz, desde Texas. "Lo que tenemos en puerta es un debate de interpretación de la Constitución [estadounidense], incluso en referencias a situaciones históricas con otros presidentes, donde hubo diversas aplicaciones sobre este concepto de inmunidad".
En sus alegatos, Trump quiere presionar al Poder Legislativo estadounidense argumentando que, de no ser protegido por la ley, lo que se conseguirá es sumir en un caos al gobierno de Estados Unidos, desatando temores entre cualquier aspirante presidencial, porque serían susceptibles de persecuciones y sometimientos de la oposición, a manera de "cacería de brujas", por actos que les hayan disgustado o afectado.
Hasta ahora, las juezas que llevan el caso Trump han expresado sus dudas de que el acusado pueda gozar de algún tipo de inmunidad para cualquiera de las demandas en su contra. La pregunta es: ¿hasta qué punto y de qué modo Trump podría enfrentar a la justicia sin que se sienten precedentes para otros expresidentes o presidentes y se convierta en un acto de venganza política?
Para responder hay que señalar que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha sostenido durante mucho tiempo que los mandatarios no pueden ser acusados penalmente mientras están en el cargo; argumentando que ello "socavaría de forma inadmisible la capacidad del Poder Ejecutivo". Sin embargo, cuando el acusado ya no está en esa posición de poder, nada está claro; especialmente si hay acusaciones de cuando estaba en la presidencia.
De acuerdo con la Constitución de Estados Unidos, los únicos funcionarios que gozan de inmunidad en ciertas circunstancias son los miembros del Congreso, quienes no pueden ser demandados por la responsabilidad de sus palabras ante sus obligaciones legislativas; y los jueces, quienes tampoco pueden ser demandados por sus decisiones judiciales. En el caso de los presidentes en funciones, tienen cierta inmunidad, no absoluta, sobre acciones ejecutivas inherentes a su cargo.