AGENCIAS
CDMX
Al menos 177 personas fueron asesinadas durante el 2022 a nivel mundial por proteger el medio ambiente y su territorio, de acuerdo con el reporte "Siempre en pie" de Global Witness, organización que documenta estos casos desde 2012.
Una persona al día, en promedio, acabó muerta el año pasado debido a sus actividades en favor de la naturaleza, apunta el documento.
Si bien el total de homicidios se redujo con respecto a 2021, cuando se registraron 200, no significa que la situación haya mejorado, pues el empeoramiento de la crisis climática y la creciente demanda por combustibles, minerales y productos agrícolas intensifican la presión sobre el medio ambiente y quienes arriesgan sus vidas para defenderlo, advierte la agrupación.
Además, cada vez se usan más estrategias no letales para silenciar a los ambientalistas, como el acoso, la criminalización y los ataques digitales. Amenazas, desplazamiento forzado e intimidación son otras maneras de mermar su trabajo.
América Latina concentró el 88 por ciento de los homicidios registrados en 2022. Colombia fue el país más mortífero con 60 asesinatos. Siguieron Brasil con 34, México con 31 y Honduras con 14.
Más de un tercio (36 por ciento) de los defensores asesinados eran indígenas y el 11 por ciento del total de ataques letales estuvieron dirigidos contra mujeres, apunta el informe. También destaca que por lo menos cinco niños fueron victimas de homicidios.
"A pesar de verse amenazado por acciones corporativas y gubernamentales irresponsables, este movimiento global de personas, unidas por la determinación y el compromiso de defender sus hogares y comunidades, se mantiene firme y no puede ni será silenciado", resaltó Shruti Suresh, codirectora interina de campañas en Global Witness.
¿Cómo proteger a los ambientalistas?
Global Witness considera urgente que compañías y gobiernos rindan cuentas por la violencia contra los ambientalistas, por lo que emitió recomendaciones para ambos sectores.
Los dos deberían asegurarse de que sus compromisos para cumplir los objetivos del Acuerdo de París estén alineados con obligaciones y estándares de derechos humanos, lo que incluye mejorar la participación de comunidades indígenas y tradicionales en la toma de decisiones.
Se exhortó a las empresas a identificar, prevenir, mitigar y remediar cualquier daño contra los defensores durante sus operaciones. Asimismo, tendrían que reconocer el rol positivo de estos activistas e implementar una política de cero tolerancia a los ataques contra ellos, a la adquisición ilegal de tierras y a la violación al derecho de consentimiento informado, libre y previo.
Con respecto a los gobiernos, podrían legislar para que compañías e instituciones financieras deban llevar a cabo diligencias sobre riesgos ambientales, climáticos y de derechos humanos a lo largo de todas sus operaciones.
La organización también sugirió revocar las leyes que criminalicen a personas que protesten y usar las herramientas existentes para proteger mejor a los ambientalistas, como el Acuerdo de Escazú, el Protocolo de la Esperanza y los Procedimientos Especiales de las Naciones Unidas.