Número de muertos y heridos sigue aumentando.
AGENCIAS
CDMX
Un terremoto ha sembrado destrucción y devastación en Marruecos, donde el número de muertos y heridos sigue aumentando a medida que los equipos de rescate sacan a personas tanto vivas como fallecidas de pueblos reducidos a escombros.
Las fuerzas del orden y los trabajadores de ayuda, tanto marroquíes como internacionales, han llegado a la región al sur de la ciudad de Marrakech, que fue la más afectada por el temblor de magnitud 6.8 del viernes por la noche y las múltiples réplicas. Los residentes esperan alimentos, agua y electricidad, pero enormes rocas bloquean las empinadas carreteras de montaña.
Esto es lo que necesitas saber:
¿Cuáles son las áreas más afectadas?
El epicentro se registró en las montañas del Atlas, a unos 70 kilómetros al sur de Marrakech, en la provincia de Al Haouz.
La región es en su mayoría rural, compuesta por montañas de roca roja, pintorescos desfiladeros, arroyos y lagos relucientes.
Para residentes como Hamid Idsalah, un guía de montaña de 72 años originario del Valle de Ouargane, no está claro qué depara el futuro.
Idsalah depende de turistas marroquíes y extranjeros que visitan la región debido a su proximidad tanto a Marrakech como al Toubkal, la montaña más alta del norte de África y un destino popular para excursionistas y escaladores.
“No puedo reconstruir mi casa. No sé qué haré. Aún así, estoy vivo, así que esperaré”, dijo mientras los equipos de rescate recorrían por primera vez este fin de semana el camino sin pavimentar que atraviesa el valle.
El terremoto sacudió la mayor parte de Marruecos, por lo que causó heridas y muertes en diversas provincias, incluyendo Marrakech, Taroudant y Chichaoua.
¿Quiénes resultaron afectados?
De las 2 mil 862 muertes reportadas hasta el lunes, mil 604 ocurrieron en Al Haouz, una región con una población de alrededor de 570 mil habitantes, según el censo de Marruecos de 2014. En ciertas aldeas como Tafeghaghte, los residentes afirman que más de la mitad de la población falleció.
La gente habla una combinación de árabe y tachelhit, la lengua indígena más común de Marruecos. Las aldeas de barro y ladrillo construidas en laderas de montañas han quedado destruidas.
Aunque el turismo contribuye a la economía, la provincia es principalmente agraria. Y, al igual que gran parte del norte de África, antes del terremoto, Al Haouz se enfrentaba a una sequía récord que afectó ríos y lagos, poniendo en peligro la economía en su mayoría agrícola y el modo de vida.
Fuera de una mezquita destruida en la ciudad de Amizmiz, Abdelkadir Smana dijo que el desastre agravaría las luchas existentes en la zona, misma que ya había tenido que lidiar con la pandemia de coronavirus además de la sequía.
“Antes y ahora, es lo mismo”, dijo el hombre de 85 años.
“No había trabajo ni mucho más”, confesó.
La mayoría de los fallecidos ya han sido enterrados. El Gobierno informa de 2 mil 501 heridos.
¿Quién está proporcionando ayuda?
Marruecos ha desplegado ambulancias, equipos de rescate y soldados en la región para ayudar en los esfuerzos de respuesta de emergencia.
Grupos de ayuda humanitaria han afirmado que el Gobierno no ha realizado un llamado amplio para recibir apoyo y ha aceptado solo asistencia extranjera limitada.
El Ministerio del Interior anunció que estaba aceptando ayuda internacional. enfocada en la búsqueda y el rescate. de organizaciones no gubernamentales, así como de España, Qatar, Reino Unido y los Emiratos Árabes Unidos, pasando por alto las ofertas del Presidente francés, Emmanuel Macron, y del Mandatario estadounidense, Joe Biden.
“Estamos listos para proporcionar cualquier ayuda necesaria al pueblo marroquí”, dijo Biden el domingo durante un viaje a Vietnam.
¿Por qué es histórica Marrakech?
El terremoto agrietó y desmoronó partes de las murallas que rodean la antigua ciudad de Marrakech, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y construido en el siglo XII. También, videos mostraron polvo emanando de partes de la Mezquita Koutoubia, uno de los lugares históricos más conocidos de la ciudad.
La ciudad es el destino más visitado de Marruecos, conocida por sus palacios, mercados de especias, madrazas y Jemaa El Fna, su bulliciosa plaza llena de vendedores de comida y músicos.
¿Cómo se compara esto con otros terremotos?
El terremoto del viernes fue el más fuerte de Marruecos en más de un siglo, pero, aunque los temblores tan poderosos son raros, no fue el más mortal del país.
Hace poco más de 60 años, el país fue sacudido por un sismo de magnitud 5.8 que mató a más de 12 mil personas en su costa occidental, donde la ciudad de Agadir, al suroeste de Marrakech, se derrumbó.
Ese terremoto llevó a cambios en las normas de construcción en Marruecos, pero muchas edificaciones, especialmente las viviendas rurales, no están construidas para resistir tales temblores.
No había habido terremotos más fuertes de magnitud superior a 6.0 dentro en un radio de 500 kilómetros del temblor del viernes en al menos un siglo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. El norte de Marruecos experimenta terremotos con más frecuencia, incluyendo temblores de magnitud 6.4, en 2004, y magnitud 6.3, en 2016.
Este año, otros lugares también registraron sismos, por ejemplo, uno de magnitud 7.8 sacudió Siria y Turquía, provocando la muerte de más de 21 mil 600 personas.
Los terremotos más devastadores en la historia reciente han sido de magnitud superior a 7.0, incluyendo un temblor en Nepal en 2015 que mató a más de 8 mil 800 personas y un terremoto en China en 2008 que causó la muerte de 87 mil 500 personas.
¿Cuáles son los próximos pasos?
Es probable que los esfuerzos de respuesta de emergencia continúen mientras los equipos recorren las carreteras de montaña para llegar a las aldeas más afectadas por el terremoto. Muchas comunidades carecen de alimentos, agua, electricidad y refugio.
Pero una vez que los equipos de ayuda y los soldados se retiren, es probable que los desafíos que enfrentan cientos de miles de personas que viven en la zona sigan existiendo.
Los miembros del Parlamento marroquí se reunirán el lunes para crear un fondo gubernamental para la respuesta al terremoto a petición del Rey Mohammed VI.