Agencias. Playa del Carmen, QR. Christens Camelis, originaria de Francia, asistió por primera vez al Festival BPM de música electrónica que cada año se celebra en esta localidad y sufrió la amarga experiencia de verse envuelta en medio de golpes, llantos y pisotones, en la discoteca Blue Parriot, la madrugada del lunes pasado, tras lo cual expresó "no pienso regresar".
La mujer estuvo hospitalizada de manera ambulatoria desde ayer lunes y este martes al filo del mediodía se presentó a las puertas de la discoteca Blue Parrot, luciendo una venda en la rodilla y en la muñeca izquierda, ahí mismo mostró las huellas de su presencia en el lugar, ya que tenía además, otros golpes en las costillas y moretones en las pantorrillas.
Christens, relató a EL UNIVERSAL, que salía del baño cuando escuchó ruidos y gritos, vio a la gente correr y pensó que se trataba de juegos pirotécnicos, pero después la misma gente que salía sin control la botó y pisoteó. "A duras penas pude incorporarme", dijo.
La francesa manifestó que ya no supo cuántos golpes recibió y que pudo tener conciencia de que fue una balacera, hasta que fue auxiliada para ir a una de las clínicas de este municipio.
La turista vino a presenciar el Festival BPM de música electrónica que por último día se celebraba en la 5a. Avenida de Playa del Carmen y una de las sedes, fue precisamente la discoteca Blue Parrot ubicada en la calle 12.
La testigo manifestó que después de ser víctima de los golpes, empujones y todo lo que ocurrió esa madrugada, no le quedaron las ganas de regresar. "No volveré, con esta experiencia no creo volver".
Señaló que para su fortuna "estoy viva, sobreviví", pero lamentó todo lo ocurrido en esta zona turística que hasta antes de la balacera, pensaba que era un lindo lugar para disfrutar.
Ella llegó a Playa del Carmen desde el viernes pasado, en compañía de varios amigos y comentó que regresaría a su país, lo más pronto posible.
Indicó que estuvo muy asustada luego de saber que lejos de juegos pirotécnicos, lo que escuchó en medio de gritos, eran balazos.
Fuente: El Universal