Agencias. Ciudad de México. Luego de que el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) nombrara a Agustín Carstens como nuevo gerente general, el gobernador del Banco de México (Banxico) negó que aceptar tal distinción signifique que el capitán abandone el barco en medio de la tormenta.
“Voy a estar todavía siete meses y espero que la tormenta no dure tanto; aquí estaré trabajando con toda entrega con la Junta de Gobierno y el personal así como en coordinación con la Secretaría de Hacienda en lo que nos toca interactuar”, respondió a una pregunta expresa en conferencia.
Negó que sea una irresponsabilidad de su parte haber aceptado el nombramiento que distingue a México por ser el primer país emergente que dirigirá a esa institución de importancia global y que tiene como sede Basilea, Suiza y en cuya selección no se pone ninguna condición en cuanto a nacionalidad o arreglo no escrito.
En sus oficinas de la calle de 5 de Mayo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, Carstens leyó un texto para informar oficialmente que aceptó la invitación del BIS y respondió las preguntas de medios de comunicación convocados para hablar del nombramiento que le hizo el consejo de administración para dirigir la institución que funge como el banco de los bancos centrales en el mundo a partir del 1 de octubre de 2017.
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La inestabilidad que genera la incertidumbre sobre la política comercial que seguirá el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en el peor de los escenarios, llevaría el dólar a un rango de entre 23 a 25 pesos, aseveró la directora de análisis económico y financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
Lo anterior sucedería si hay una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o la salida de dicho acuerdo, así como si se frenan grandes inversiones de empresas estadounidenses en México.
Sin embargo, dijo que ese escenario no se vislumbra. Lo más probable es que se tenga un dólar a 21 pesos y que no se hagan cambios profundos en el TLCAN.
Durante el 23 Congreso del Comercio Exterior Mexicano, que organizó el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE), el director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Manuel Molano, dijo: “El fenómeno con Trump es que es una bala perdida, porque no sabemos qué va a hacer”.
Dijo que Estados Unidos perdería más si se sale del TLCAN que México, porque los aranceles que se pondrían a los productos estadounidenses que quieran entrar al mercado mexicano son mucho más altos que los que tienen los estadounidenses. Para el presidente del COMCE, Valentín Diez Morodo, será mejor esperar a que el presidente electo de EU defina cuál será su política comercial.
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La calificadora Moody’s informó que en 2017 las entidades enfrentarán una reducción en transferencias federales de 3% y menor liquidez ante la imposibilidad de aumentar su deuda en largo plazo.
En conferencia de prensa, la analista de la firma, Roxana Muñoz, informó que ante este panorama los estados buscarán la contratación de deuda de corto plazo, reestructura de financiamientos así como un aumento en cuentas por pagar con proveedores para financiar sus necesidades de liquidez.
Ante este entorno y las presiones por el escenario económico global, la firma estimó que es probable más ajustes a la baja en las notas de los 22 estados calificados por Moody’s, donde en su totalidad se tiene una perspectiva negativa.
En ese sentido, los estados de la frontera y con alta actividad manufacturera también podrían verse afectados ante una reducción en la inversión extranjera como consecuencia del efecto negativo de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Moody’s destacó que ante el deterioro de las finanzas de las entidades federativas, en 2016 se ajustó a la baja la mayoría de las calificaciones de los estados.
Fuente: El Universal
