Agencias. Tuxtla Gutiérrez, Chis. Autoridades judiciales liberaron a los esposos tzotziles Margarita Gómez López y David Hernández Gómez, tras permanecer en la cárcel dos años y medio por el homicidio de un hombre, “delito que no cometieron”, informó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba).
En un comunicado, la organización de derechos humanos indicó que los cónyuges fueron liberados el 14 de este mes, mediante la figura de sentencia suspendida, la cual “condiciona su libertad, no reconoce la inocencia de su autoinculpación a causa de la tortura y deja en la impunidad violaciones a derechos humanos”.
Incluso, aseguró que la pareja arrestada el 24 de abril de 2014, fue “torturada para que se declarara culpable del homicidio” de Juan Hernández Gómez, hermano de David y cuñado de Margarita.
Acusó que ambos fueron privados “arbitrariamente” de su libertad el 24 de abril de 2014 por orden del fiscal del Ministerio Público, Pedro López Girón, sin orden de aprehensión de por medio, tan sólo el argumento de “urgencia”, aunque de acuerdo con la documentación en su poder, no hubo motivación de urgencia o flagrancia que fundamentara la aprehensión, “que después derivó en hechos de tortura”.
El Centro de Derechos Humanos señaló que, no obstante, que se acreditó la tortura contra la pareja, el 29 de enero pasado un juez dictó sentencia condenatoria de ocho años de prisión por el delito de homicidio.
La autoridad judicial no consideró las “graves violaciones a derechos humanos que hacían el proceso ilegal e injusto”, sostuvo. Más aún, ningún integrante de la familia del fallecido los ha acusado del homicidio. La imputación la realizó un comandante policiaco, aclaró.
En la rueda de prensa, realizada en San Cristóbal de las Casas, el organismo expuso que con la prisión se afectó el proyecto de vida de los cónyuges, a partir de la ruptura familiar, el desarraigo comunitario, desamparo de sus siete hijos -el menor tenía año y medio cuando fueron arrestados- y se estigmatizó socialmente al considerárseles responsables de un crimen en el que no participaron.
Patricia Camacho, agente de pastoral de la parroquia del municipio de Teopisca, dijo que por prescripción médica los cónyuges no asistieron al encuentro con los medios de comunicación, porque están “afectados sicologicamente”.
Al perder su patrimonio, Margarita y David se alojan en la parroquia de Teopisca, apoyados por la grey. “Es responsabilidad del gobierno reparar los daños” de ambos que quedaron “sin nada; es una injusticia la que se ha cometido en su contra”, insistió.
Fuente: El Universal