La octava jornada de protestas, organizada por sindicatos contra la reforma laboral en Francia, congregó hoy aquí a miles de manifestantes y concluyó en enfrentamientos entre inconformes y policías, y decenas de detenidos.
La protesta de este jueves, que se realizó en medio de una huelga de refinerías petroleras y centrales nucleares, congregó a 19 mil manifestantes en París, de acuerdo con la policía, y 100 mil, según el sindicato Fuerza Obrera.
La marcha sindical concluyó esta noche en la plaza de la Nación de París con enfrentamientos entre manifestantes y granaderos que dejaron al menos 32 detenidos, según cifras preliminares, informaron fuentes policiales.
Manifestaciones similares, convocadas por el principal sindicato galo la Confederación General del Trabajo (CGT), se llevaron a cabo de manera pacífica en las ciudades francesas de Marsella y Toulouse, mientras que en Nantes y Burdeos, concluyeron en enfrentamientos con la policía.
La jornada transcurrió en medio de una huelga de refinerías francesas que se extendió en las últimas horas a los aeropuertos y a las centrales nucleares del país.
Desde la noche del miércoles empleados de las 19 centrales nucleares se declararon en huelga siguiendo el llamado de los sindicatos, mientras que en los aeropuertos parisinos fueron cancelados un 15 por ciento de los vuelos.
A primeras horas de este jueves, en varios puntos del oeste de Francia, grupos de manifestantes bloquearon dos puentes, así como depósitos de carburante, reportaron medios locales.
También en el periférico de París se registraron bloqueos de más de 250 camiones de carga que hicieron más lento el tráfico de vehículos.
El suministro de combustible, afectado por el inicio de una huelga en las ocho refinerías del país el martes, fue mejorando en las últimas horas, pese a los paros, pero continúa afectando a alrededor de una tercera parte de las gasolinerías del país.
Los sindicatos amenazan con más huelgas en trenes y aeropuertos e incluso paros indefinidos a partir de la próxima semana, si el gobierno galo no retira su proyecto de ley de reforma laboral por el que convocaron la huelga y las protestas.
Este jueves, en declaraciones a una radiodifusora privada local, el primer ministro francés, Manuel Valls, se mostró, sin embargo, inflexible ante la posibilidad de que el Ejecutivo retire el texto de la reforma laboral. “Puede haber mejoras, modificaciones, pero no una retirada del texto”, declaró Valls.