Hace dos años, Lydia Huayllas junto a diez mujeres indígenas aymara, de entre 42 y 50 años que trabajaban para los montañistas en La Paz, Bolivia, se pusieron el equipo para escalar y emprender una aventura que las llevó a convertirse en noticia.
Acotango, Parinacota, Pomarapi y Huayna Potosí son algunas de las montañas de más de 6 mil metros sobre el nivel del mar que hasta ahora han escalado.
El nevado Illimani, la montaña más alta de todas en la Cordillera Real de Bolivia con ocho kilómetros de longitud y cuatro picos ha sido el más reciente reto de estas mujeres.
Huayllas junto con sus compañeras, han trabajado como cocineras en campamentos y refugios para escaladores en las cuestas del Huayna Potosí. Sin embargo, ahora sus metas no están enfocadas a esas labores, sino que desean escalar otras ocho montañas de más de 6.000 metros.
El Dato
- Las mujeres escalan con su tradicional vestimenta, pero cambian sus característicos sombreros por cascos y usan equipamiento moderno incluyendo sogas, arneses, crampones y botas.
"Hasta ahorita he subido cuatro montañas, la primera experiencia fue el Huayna Potosí. Lloré de emoción. Y tengo fuerzas, voy a seguir, voy a terminar las ocho montañas", expresó Dora Magueño, de 50 años de edad.
El próximo reto del grupo de mujeres es colocar una bandera boliviana en la cima del Aconcagua, la montaña más alta después de la cordillera del Himalaya en Asia con 6.961 metros, ubicada en los Andes argentinos cerca de la frontera con Chile.
