Los daños ocasionados por el terremoto de Ecuador se elevan a 3 mil millones de dólares, el equivalente a tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, la economía se encuentra en crisis además ,endeudado.
Ante esto, el presidente Rafael Correa anunció medidas fiscales que golpean directamente la economía de los ciudadanos.
Durante este año, el impuesto al valor agregado (IVA) pasará del 12 al 14 por ciento, y 0.9 por ciento adicional para personas con patrimonio declarado mayor a un millón de dólares.
Además, los trabajadores que ganen mil dólares o más deberán aportar un día de su salario mensual, si ganan 2 mil dólares, dos días de salario. Así, progresivamente, durante los cinco meses siguientes.
“Este no es un problema de tres días, de tres semanas, de tres meses, esto va a ser un problema de años”, dijo Correa.
El mandatario insistió en que Ecuador afronta “la peor emergencia de los últimos 70 años”.
En este contexto, el déficit comercial, en 2015, fue de 2 mil 100 millones de dólares, con lo cual la economía caerá en 2016 en 4.5 por ciento, de acuerdo la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A lo que se suma el alto nivel de desocupación.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec) reportó que durante 2015, se perdieron 84 mil 478 empleos.
“Entonces, vamos a tener que tomar medidas excepcionales para generar algo de fondos y atender la emergencia”, declaró el jefe del Ejecutivo.
Hasta ahora, el mandatario no ha anunciado algún plan financiado con dineor público.
Las reservas internacionales en Ecuador suman 4 mil 563 millones de dólares, por debajo de su reporte de 2012, cuando sumó 4 mil 883.
El Banco Mundial otorgó el viernes un préstamo por 150 millones de dólares a Quito para acelerar la ayuda a los damnificados.
A través de un comunicado, el organismo multilateral detalló haber ofrecido al gobierno ecuatoriano la posibilidad de reestructurar otros créditos para aumentar la cantidad de recursos disponibles para hacer frente a esta emergencia.
Ecuador planea atraer 600 millones de dólares en líneas de crédito del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En este sentido, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador de Ayuda de Emergencia de las Naciones Unidas, Stephen O’Brien, afirmó, tras visitar durante dos días las zonas de desastre: “estamos viendo que existen más de 750 mil personas afectadas por esta crisis”.
FALTAN COMIDA Y AGUA. Los ecuatorianos prefieren dormir a la intemperie y luchan cada día por conseguir comida y agua.
El movimiento sísimo destruyó virtualmente todas las edificaciones de un piso o dos pisos de la población costera de Canoas el pasado 16 de abril.
Prácticamente todos los edificios en la población costera de Canoas quedaron reducidos a escombros. Los residentes, que duermen en campamentos improvisados, dicen que solo rezan para que no llueva.
En la localidad de Canoas, 98 por ciento de los edificios quedo completamente destruido.
Asimismo, las playas ecuatorianas usualmente están pobladas por turistas que provinenen de otras regiones de América Latina, sin embargo, esta semana decayeron las visitas.
Mientras que los residentes están usando máscaras para evitar enfermarse por el polvo y el hedor de las calles, como lo han hecho los rescatistas y el personal de ayuda.
Medios locales reportaron que algunos turistas que se estaban quedando cerca de Canoas acudieron a los pueblos vecinos a ayudar.
“Ya casi nadie queda en sus casas. Sólo los locos duermen adentro. Cuando sentimos que la tierra temblaba se nos vino a la mente el terremoto y uno queda sin saber qué hacer, sólo quiere correr. Yo cogí a mi hija de la mano y la jalé para cualquier lado”. dijo Elvis Moreira.
Equipos de rescate continuaban removiendo escombros en las calles que parecían haber sido bombardeadas, pero ya no quedaba tiempo para encontrar supervivientes. Los rescatistas han advertido de retrasos en la distribución de agua y temen que en los campamentos se esparzan las enfermedades transmitidas por mosquitos.
Los daños del terremoto han aumentado las penurias económicas del Ecuador por el colapso en los precios del petróleo.
El presidente Correa concluyó que la mejor manera de canalizar la solidaridad es con el esfuerzo de todos.
“La sociedad se construye con el compromiso institucionalizado, con acción colectiva organizada; esta es la manera como una sociedad moderna responde a esta clase de desastres y la forma como cada ecuatoriano, en la medida de sus posibilidades, contribuye a la recuperación de su propia patria”, declaró.