28 de Noviembre de 2024
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Por gay, Vaticano veta a embajador francés

 

En 2013 Francisco se pronunció por primera ocasión sobre el respeto a los homosexuales. Comenzaba a forjar la imagen de una Iglesia dispuesta a la apertura. “¿Quién soy yo para juzgar a un homosexual que busca al Señor con buena voluntad”, aseguró el pontífice en julio de ese año.

El nuevo reformismo de la Santa Sede era claro. El Papa prefería a las personas cerca de él a pesar de sus preferencias sexuales.

“ Yo prefiero que las personas homosexuales vengan a confesarse, que permanezcan cerca del Señor, que podamos rezar juntos”, declaró en 2014. Ayer, el gobierno francés hizo público que retiró la propuesta de nombrar embajador en el Vaticano a Laurent Stefanini, quien es abiertamente gay.

Tras quince meses de silencio, el presidente François Hollande decidió que Stefanini, de 56 años, sería el nuevo representante de su país en la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a partir del próximo 25 de abril.

Formado en la Escuela Nacional de Administración, donde estudia la élite francesa, este católico se encargó de los asuntos del ministerio de Exteriores y luego fue número dos del embajada gala en la Santa Sede entre 2001 y 2005, cuando fue condecorado con la orden de San Gregorio el Grande, una de las más altas distinciones del Papa.

En abril de 2015, fue nombrado por Hollande como el posible diplomático de Francia en la sede papal. Stefanini, cumplía con todos los requisitos para recibir la aprobación del Santo Padre pero unos días después de su nombramiento medios galos dieron a conocer que el político era homosexual. Desde entonces la respuesta del Vaticano se tradujo en un estruendoso silencio.

Según adelantó el semanario católico francés La Croix el Vaticano consideró que la designación de Stefanini era una provocación por parte del gobierno socialista. La Curia romana habría interpretado las posturas publicas del ministro, (apoyo a los matrimonios homosexuales y a las familias homoparentales) como una discrepancia profunda en torno a los lineamientos morales de la Santa Sede.

En 2013, Francia se convirtió en el decimocuarto país del mundo en aprobar la unión entre personas del mismo sexo .

Durante meses el gobierno intentó que las credenciales de su diplomático fueran aprobadas pero no obtuvo respuestas ni explicaciones.

De acuerdo con el procedimiento, la respuesta a un nombramiento en el Vaticano no debe superar los 45 días, pero en caso de rechazo, la diplomacia romana no está obligada a hacer explícita su decisión. No es la primera vez que la Iglesia Apostólica Romana niega el acceso a un comisionado francés.

En 2007 Nicolás Sarkozy designó a Jean-Loup Kuhn-Delforge. Pese a semejante golpe, el Gobierno francés ha preferido hasta ahora guardar también silencio. Ni siquiera ha difundido el nombre del nuevo aspirante.