El ministro de Interior de Serbia dijo que Eslovenia exigirá visas válidas de la Unión Europea en sus fronteras a partir de la medianoche del martes, con lo que cierra efectivamente la principal ruta migrante en los Balcanes hacia el occidente de Europa.
El ministro dijo que Eslovenia informó a Serbia de las nuevas restricciones y actuará en consecuencia al cerrar sus fronteras con Macedonia y Bulgaria para refugiados y otros migrantes sin visado válido.
Dijo que "Serbia no se puede permitir ser ahora un centro colectivo de refugiados".
La medida significa que miles de migrantes actualmente varados en la frontera de Grecia con Macedonia no podrán avanzar hacia el norte a Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria.
Antes de eso, el primer ministro de Eslovenia, Miro Cerar, dijo que una cumbre de la UE — que aborda el aumento de migrantes y refugiados en la llamada ruta occidental balcánica — ha enviado "un mensaje muy claro a los traficantes y los migrantes irregulares de que esta ruta ya no existe, está cerrada".
Cerar dijo que "hoy o mañana" Eslovenia comenzará a permitir sólo el paso a aquellos migrantes con documentos requeridos por los miembros de la zona de tránsito sin pasaporte, Schengen.
El ministro de Migración de Grecia indicó que el gobierno puede proporcionar albergue para hasta 70 mil migrantes, prácticamente el doble del número de personas varadas en el país.
Ionnis Mouzalas dijo al diario austriaco Wiener Zeitung en una entrevista publicada el martes que el país no podía extender indefinidamente la capacidad de los albergues y campos construidos por las fuerzas armadas.
"Actualmente tenemos 33.000 refugiados y migrantes en Grecia. Si hay 50.000, ofreceremos acomodo para 50.000. Si hay 70.000, entonces 70.000", dijo. Al preguntarle si el país iría más allá de ese número, respondió "No".
Mouzalas dijo que estaba "muy entristecido" por la crisis de refugiados de Europa, que ve como una "humillación y degradación de vida humana".
La ONU, preocupada por políticas de asilo
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que le preocupan las políticas de asilo europeas cada vez más severas, la creciente retórica antirrefugiados y los ataques a migrantes.
Durante una visita a Berlín el martes, Ban dijo: "Los partidos políticos de la extrema derecha y nacionalistas avivan la situación cuando debemos estar hablando de soluciones, soluciones armónicas basadas en responsabilidades compartidas".
Al hablar tras su reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, Ban también dijo que está "muy preocupado por la retórica creciente antinmigrante y anti refugiado y por los ataques violentos contra estas comunidades".
El jefe de la ONU dijo que la Unión Europea "puede hacer mucho más" en la crisis migrante. El bloque de 28 naciones está muy dividido en cuanto a cómo lidiar con la llegada de gente en busca de seguridad y una mejor vida.