El primer ministro británico David Cameron y el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk sostienen una reunión este domingo para tratar de concretar un acuerdo destinado a mantener al Reino Unido en la Unión Europea, después que Cameron dijo que la propuesta existente "no basta".
Los dos mantendrán una cena de trabajo en la residencia del primer ministro. Se anticipa que Cameron demandará poderes para limitar los beneficios de bienestar social a los migrantes de otras naciones de la UE después de un referendo en Gran Bretaña sobre su afiliación a la UE.
Los beneficios de bienestar social son el principal foco de conflicto en las negociaciones británicas con el resto del bloque.
El grupo de 28 naciones permite que sus ciudadanos trabajen y vivan en otras naciones miembros, pero el gobierno conservador británico afirma que cientos de miles de personas provenientes de Europa Oriental que han entrado en el Reino Unido representan una carga para las escuelas, los hospitales y los servicios sociales.
El viernes, altos funcionarios de la UE ofrecieron a Gran Bretaña un mecanismo conocido como "freno de emergencia" que permita al Reino Unido limitar temporalmente los créditos impositivos —otorgados a los trabajadores en empleos de baja paga— y beneficios de viviendas a los inmigrantes si el sistema de bienestar social británico se ve abrumado.
La propuesta podría satisfacer el objetivo británico de recuperar algún control sobre la inmigración y sobre el deseo de otras naciones de mantener el principio de libre movimiento.
Cameron afirmó el viernes que la propuesta "no basta... pero estamos logrando progresos".
Funcionarios británicos dijeron que el primer ministro dirá a Tusk que el "freno de emergencia" debe entrar en vigencia inmediatamente después del referendo acerca de si la nación debe mantenerse en la UE y que se mantenga en vigencia todo el tiempo necesario hasta reducir el nivel de migración. La propuesta inicial de Cameron era por un período de cuatro años.
