Agencias
San José, Costa Rica
Costa Rica y Nicaragua se confrontaron este martes por la crisis de los migrantes irregulares cubanos.
Costa Rica advirtió a la comunidad internacional que “no se debe jugar con la aspiración legítima” de los migrantes irregulares cubanos por obtener “mejores condiciones de vida” y, tras abogar por un arreglo al flujo de las personas nacidas en Cuba con un tránsito “seguro, ordenado y documentado”, fustigó a Nicaragua por arrogarse “el derecho de bloquear una solución” a un creciente e incesante fenómeno humano.
En la apertura de una cita de un día de cancilleres centroamericanos en El Salvador, el ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Manuel González, insistió en que su país propone otorgarles a los migrantes irregulares cubanos “la protección adecuada frente al coyotaje, las redes internacionales de tráfico ilícito de migrantes o cualquier otra forma de explotación”.
“Ésta es una situación de carácter humanitario regional que no debe enfocarse desde la perspectiva de seguridad, ni como un asunto bilateral entre los Estados involucrados y mucho menos debe ser utilizada para fines políticos. No se debe jugar con la aspiración legítima de estas personas por mejores condiciones de vida. Ningún país se debería arrogar el derecho de bloquear una solución a este problema”, advirtió González.
La crisis migratoria se complicó el día 13 de este mes, cuando el Gobierno nicaragüense cerró sorpresivamente sus fronteras al ingreso de cubanos irregulares y ahora hay casi tres mil varados en el sector costarricense y su límite con Nicaragua, una cifra que sigue creciendo a un promedio de 250 personas al día que llegan a este país procedentes de Panamá.