-Bajas temperaturas y nevadas complican la situación de cientos de refugiados varados en las fronteras
Agencias
París, Francia
Las condiciones de vida de cientos de inmigrantes varados en las fronteras de los Balcanes se agravaron el domingo, debido a las bajas temperaturas y a la caída de las primeras nevadas.
Los países de la ruta balcánica que han tomado cientos de miles de inmigrantes en busca de refugio en Europa occidental comenzaron la semana pasada a filtrar el flujo, concediendo paso sólo las personas que huyen del conflicto en Siria, Irak y Afganistán.
La medida ha frenado a un número creciente de iraníes, paquistaníes, bangladesíes y ciudadanos de otras nacionalidades procedentes de Asia y África.
Un grupo de iraníes, cuyo paso de Grecia a Macedonia es bloqueado por vallas de alambre de púas y filas de policías, erigió una pancarta anunciando el domingo una huelga de hambre. Algunos bloquearon la línea de ferrocarril que comunica los dos países.
“No volveremos a Irán", escribió un hombre sobre un cartón.
Las lluvias ya empezaron y más al norte de la ruta, una nevada anunció la llegada del invierno.
“También somos personas", dijo un hombre iraní que dijo llamarse Ahmed.
“No somos terroristas, sólo gente común en busca de una vida mejor. Cruzamos miles de kilómetros ¿Para qué? ¿Para estar atrapado aquí?", se preguntó.
Macedonia, Serbia y Croacia dicen que tomaron la decisión de filtrar el flujo después de que Eslovenia, que es parte de la zona Schengen de Europa de desplazamientos libre de pasaporte, dijera que ya no admitiría lo que calificó como "inmigrantes económicos".
Desconfianza por terrorismo
La nueva medida coincide con la creciente preocupación sobre el riesgo para la seguridad del caótico y a menudo no controlado flujo de personas hacia Europa, a raíz de los ataques del 13 de noviembre en París por parte de extremistas islamistas, en los que murieron 130 personas.
Se ha sabido que dos atacantes suicidas implicados en los ataques tomaron el mismo camino, llegando en barco a Grecia y luego viajando al norte a través de los Balcanes. La mayoría de los atacantes, sin embargo, eran ciudadanos de Francia o Bélgica.
Las agencias de cooperación han advertido que aquéllos que niegan el paso y el derecho de asilo ponen en riesgo que estas personas sean dejadas en un limbo sin suficiente protección contra el invierno.