* 110 viviendas fueron construidas en el 2000 para reubicar a La Reforma, sin embargo ya se están derrumbando
Jorge Parra
“Si no muero ahogado allá, moriré aplastado aquí”, es la expresión de quienes viven prácticamente en el olvido en un asentamiento humano que ha sido creado para la salvación, pero que al paso de apenas 14 años, están condenados junto con el lugar a vivir la miseria de quienes cimentaron sus viviendas con un nylon y algún día simularon ayudarlos, se trata del predio Reubicación, perteneciente a la localidad Troncones.
Da vergüenza llegar con la impertinente cámara a conocer el lugar, la población de inmediato se acerca a preguntar qué apoyos llevamos a la comunidad, caminamos por las calles del sitio, nos cercioramos de lo que en el camino nos ha ido contando el agente municipal de La Reforma.
La población a pesar que el año pasado sufrió cinco inundaciones en la mencionada localidad, prefiere seguir viviendo en la misma congregación a irse a “Reubicación” como conocen el fraccionamiento construido por la Sedesol en el 2000, después de una inundación en 1999, cuando fue declarada por completo zona de riesgo La Reforma.
Al caminar por “Reubicación”, nuestro acompañante nos cuenta que en un principio luego de la inundación del 99, en el padrón original se había contabilizado la reubicación del total de las viviendas de La Reforma, un total de 170 casas, sin embargo a la hora de ser construidas, solo fueron beneficiadas 110 familias y nada más.
El guía nos menciona que el fraccionamiento debía haber sido construido con banquetas, guarniciones, agua potable, energía eléctrica e incluso drenaje, pero al paso de 14 años luego de ser entregado en el 2000 el asentamiento humano, solo se cuenta con energía eléctrica y agua potable, servicios que los vecinos introdujeron con recursos propios.
Al recorrer el lugar se puede observar de entrada olvido, desolación, abandono, mala calidad en la construcción de las viviendas, engaño a los usuarios, lo que prometía ser la esperanza a los problemas por la inundación de La Reforma, terminó por ser una pesadilla, las casas se están partiendo por la mitad, las láminas son arrancadas por los vientos, las ventanas de pésima calidad están oxidadas, y las letrinas aparte de ser inservibles, son un asco al que solo van por literal necesidad quienes viven en el lugar.
El predio Reubicación pareciera estar detenido por el tiempo, las viviendas están compuestas por dos piezas de tres por cuatro cada casa, sin embargo de las 110 construidas están solamente habitadas 58, por puras familias que en realidad no tienen otro lugar a dónde ir, más se arriesgan a que las paredes que los cubren del clima, no lo quiera Dios, un día terminen con sus vidas al caerles encima.
A un kilómetro y 200 metros de “Reubicación”, se encuentra La Reforma, los habitantes del lugar se niegan a irse para allá y ser reubicados, las viviendas como ya se mencionó están construidas cínicamente sobre un nylon, ahí encima fue vaciado el cemento del piso y de ahí para arriba sin cadenas y sin cimientos fueron construidas las paredes y a elevarse hasta ser coronadas con láminas de asbesto.
Las esquinas de algunas viviendas del predio Reubicación literalmente están en el aire, detenidas gravitando también en el olvido, la apatía y un pésimo desempeño de alguna autoridad que creyó en su momento que podría dar miserias y pésimos beneficios a una comunidad completa ubicada al este del municipio de Misantla.