María Velázquez Pérez ha estafado a decenas de personas a las que ha revendido lotes hasta en tres ocasiones. A salto de mata busca evadir orden de aprehensión
Por Carlos Haschmed Nava
Poza Rica
El acelerado crecimiento poblacional, que trae consigo un alza en la demanda de vivienda en la región, principalmente en esta ciudad, ha propiciado el tráfico, especulación y reventa de lotes, delito que genera grandes pérdidas económicas a centenares de personas cada año, admiten autoridades de Patrimonio del Estado.
El caso más reciente, que destaca por la impunidad con que operó al amparo de autoridades corruptas, abogados sin ética y el miedo que infundía entre sus víctimas, es el de María Velázquez Pérez, quien hace casi 14 años lotificó un terreno de poco más de una hectárea, el cual se denomina Ampliación Poza de Cuero.
A mediados del año dos mil, esta mujer convocó a sus conocidos para ofrecerles en venta lotes de 10 por 20 metros, los cuales vendía entre 32 y 36 mil pesos— dependiendo su ubicación—y condicionó la entrega de escrituras a la liquidación de la cuenta, lo que los clientes aceptaron, y acordaron reuniones semanales para conocer los avances de la lotificación, regularización del predio y la tramitación de certificados de propiedad.
Después de haber liquidado el costo de los terrenos, los colonos empezaron a exigir la escrituración de los mismos, pero Velázquez Pérez sólo les daba evasivas, hasta que, cansados de la situación, decidieron demandar la entrega de los documentos, a lo que nuevamente se negó, de ahí que procedieran a denunciarla por fraude.
Luego de varios años de litigio, cambiar de abogados y enfrentar a una maquinaria de poder que protegía a la defraudadora, los poco más de 10 colonos, entre quienes se encuentran María Benita Salazar Treviño, Adela Martínez Cruz, Celestino Trujillo Jiménez, Mauro Yáñez Márquez, María Treviño Rubio y Brendalí Nava Cruz, lograron que en diciembre de 2013 una Juez librara orden de aprehensión contra María Velázquez Pérez por el delito de fraude.
Como si contara con el encubrimiento de personal del Juzgado Primero de Primera Instancia o de la propia Policía Ministerial, la denunciada logró evadir la acción de la justicia, porque unas horas y desde ese día se encuentra prófuga, pero esperan que de un momento a otro sea detenida.
Así, y luego de más de ocho años de luchar por recuperar su patrimonio, alrededor de 30 familias esperan que esta vez sí se haga justicia y les restituyan sus lotes; sin embargo, lo lamentable es que esta historia se repite en otros sectores de la ciudad.
La advertencia más frecuente a las personas interesadas en adquirir un terreno o una casa es que tomen las medidas pertinentes para proteger su inversión, pero la habilidad de los defraudadores, autollamados “líderes de colonos”, los ha convertido en prósperos empresarios de la infame industria de la invasión o del fraude a compradores incautos.