* En cuaresma
* Se debe hacer penitencia con fines solidarios y no hacerlo sin sentido
Por Liz Martínez
Tuxpan, Ver.- Que no se prive la gente pobre de comer carne roja si tiene oportunidad de hacerlo en esta cuaresma, invitó el señor obispo Juan Navarro Castellanos, que además indicó que la colocación de la ceniza no da inmunidad ni es amuleto o algo “macabro”, sino que marca el inicio de la cuaresma, y recuerda a los seres humanos que son seres mortales.
Ayer comenzó el periodo de los cuarenta días para la preparación de la fiesta de Pascua con la celebración de la única misa que auspició el señor obispo de la diócesis de Tuxpan a las 7:00 horas, en la que explicó que “la Cuaresma es tiempo de gracia, de salvación e inicia con la ceniza, signo sencillo de colocar, un signo como muchos que hay en la vida que nos recuerda que somos mortales y que nos invita a la humildad, la sencillez, porque es precisamente en actitudes de sabidurías como podemos acercarnos a los demás, compartir, fraternizar y abrirnos al bien, a Dios a los demás, al bien en general, lo que el signo nos introduce a la cuaresma, donde la palabra de Dios es sugestiva, especialmente los domingos”. Es así que la Cuaresma es poner los pies en la tierra pero a mirar al cielo.
A lo largo del día a partir de las 9:00 horas se colocó cada media hora la ceniza hasta las 14:00 horas y posteriormente a las 16:00 horas de nueva cuenta para recordar además que “polvo eres y en polvo te convertirás”.
El ayuno es práctica antigua, que reconoce monseñor Navarro Castellanos, está perdiendo vigencia que se marca este miércoles o el viernes santo para edades de los 16 a los 60 años, e indicó que se pide no comer carne roja en estos días, tratándose de un pequeño sacrificio que recomendó a “los pobres que casi nunca tienen carne y si este día pueden tener, este día la pueden comer”.
Finalmente hizo hincapié que sacrificarse no tendría ningún sentido, el ayuno tiene que hacer pensar en la solidaridad en salir de sí mismo, pensar en hacer algo por los demás, por lo que la cuaresma es tiempo de penitencia pero también de solidaridad de escuchar la palabra de Dios para profundizarla, entenderla y vivirla.