EL UNIVERSAL
PARÍS
No es mentira que la capital francesa es la ciudad de la luz, pero roja y azul de las patrullas que no dejan de circular por las calles, que están custodiadas por policías y otros elementos de seguridad, porque hoy esa es la prioridad por los Juegos Olímpicos.
Llegar a la Torre Eiffel es una tarea difícil. Las tres estaciones de metro más cercanas están cerradas. La única opción es caminar y resulta una odisea, ya que en ese sitio finalizará el recorrido de las embarcaciones que conforman la ceremonia de inauguración.
Las avenidas que rodean al escenario histórico están protegidas por largas vallas metálicas, mismas que si bien están cubiertas por telas con la imagen de los Juegos, no evitan la preocupación y molestia de algunos turistas y ciudadanos.
Esa barrera sólo la abren unos oficiales, siempre y cuando les muestren un Código QR para confirmar que se es habitante o dueño de algún negocio de esa zona.
Si se es turista y se desea una fotografía en el río Sena, se puede hacer únicamente en el puente de La Concordia, que permite a los curiosos darse una idea (con las tribunas vacías, pantallas gigantes y algunas figuras en el agua) de lo que será la histórica ceremonia.
¿Miedo o precaución? Quizá ambos es lo que tienen tanto el Gobierno de Francia, como el Comité Olímpico Internacional, ya que en el metro es común ver a oficiales y binomios recorrer los pasillos. Los enormes bultos atraen la mirada de los oficiales, pero únicamente detienen si se muestra nerviosismo.
Llegó el día. Cien años esperó París para volver a recibir unos Juegos Olímpicos y, al saber que tendrá a los ojos del mundo, montó un estricto protocolo. Incluso, pidió elementos de seguridad a otros países para resguardar la integridad de atletas, jefes de estado y público en general, durante este viernes y los próximos 16 días ¿Será suficiente para que todo salga bien en la gran fiesta de la humanidad?
Datos
45 mil elementos de seguridad han sido asignados para custodiar el evento.
4 horas de duración, se estima, tendrá la ceremonia inaugural.