27 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

En El Castillo

 

 

 

 

 

 

Asalto a transeúnte y robo a casa-habitación, el día a día

VERÓNICA HUERTA/AVC NOTICIAS

XALAPA

Asaltos a transeúntes y robos a casas habitación son los delitos que sufren de manera constante los vecinos y vecinas de la congregación El Castillo de esta ciudad, a consecuencia de la falta de rondines de la policía municipal y estatal.

Los vecinos explicaron que no saben a quién tenerle más miedo: si a los delincuentes o a los policías de la Dirección de Seguridad Ciudadana y Tránsito municipal o a los de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), debido a que los oficiales usan gorros pasamontañas para cubrirse el rostro.

Refirieron que las víctimas de asaltos en vía pública son principalmente los empleados y empleadas que por la mañana acuden a laborar a negocios en el centro de la ciudad y por las noches regresan a sus hogares.

También los estudiantes de preparatoria que caminan a la orilla de la carretera que conduce de El Castillo hacia otras comunidades son sorprendidos por maleantes que salen de entre el monte y aprovechan la oscuridad para quitarles los celulares y hasta sus mochilas.

Expusieron que anteriormente las patrullas con policías sí hacían rondines y daban vigilancia a la congregación, pero de un año a la fecha no lo hacen; además de que hace falta lámparas de alumbrado público para contrarrestar la oscuridad de la noche.

“Ahora ninguna de las dos patrullas pasa, ni la estatal, ni la municipal, a veces no sabemos si es bueno que ya no vengan porque en lugar de darnos tranquilidad nos dan miedo que vienen todos tapados de la cara, no sabemos con quién tratamos, hablamos” dijeron.

Otro problema es que al llamar al número de emergencias 911 para solicitar el apoyo de una patrulla cuando un negocio o casa sufrió asalto, los policías no llegan o si lo hacen, es tres horas después.

“Ahora sí como dicen, llegan a hacer presencia cuando el niño ya se ahogó, quieren tapar el pozo con el niño ahogado” dijeron.

Por ahora, los vecinos hacen uso de la vigilancia que hacen hombres a pie o a bordo de motocicletas, y a cambio piden la cooperación de 10 o 20 pesos por semana.

“Si pasan caminando, con su silbato, ahí van silbando y ya sabemos que anda el vigilante, les damos su cooperación, pero eso lo pagamos nosotros. ¿Qué otra nos queda? Más que pagar para que nos cuiden porque la policía no viene, no sabemos si es porque les queda lejos o qué pasa” finalizaron.