Presidenta del PJ reconoce que dos de ellos fueron cambiados de adscripción.
YHADIRA PAREDES
XALAPA
La magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, reconoció que en lo que va de su gestión se han tenido que remover dos jueces que fueron amenazados por la delincuencia organizada.
Se trata, dijo, de una jueza y un juez que laboraban en el Distrito Judicial de Xalapa, con sede en Pacho Viejo, quienes por el desempeño de su encargo fueron amedrentados por delincuentes.
En entrevista, la magistrada explicó que hay temas con jueces penales o de control que se han tenido que mover de distrito para su protección, Jiménez Aguirre detalló que son dos jueces al menos, una mujer y un varón del Distrito Judicial de Pacho Viejo que tuvieron que ser trasladados de juzgados.
“Por ejemplo, ahora en el Distrito Judicial de Xalapa, con residencia en Pacho Viejo, son puros hombres, por el tema de que deben salir un tramo de carretera, muchas veces lo hacen de madrugada, por esa razón fue que definí que fueran hombres los que estuvieran en Pacho”.
Sin embargo, sostuvo que esto no quiere decir que las jueces mujeres no tengan capacidad de tratar temas complicados como secuestros, multihomicidios o delincuencia organizada.
“Los jueces del Poder Judicial del Estado no hay ninguna prueba en ese sentido de que se encuentren vinculados con algún grupo delictivo, por el contrario, hacen su trabajo de manera puntual, conforme a la ley”.
E insistió que cuando han sido amenazados o amedrentados, se ha brindado la protección tanto por parte de la Secretaría de Seguridad Pública, como de la Fiscalía General del Estado para dar acompañamiento.
Y es que, dijo, los jueces conocen temas delicados donde se encuentra inmersa la delincuencia organizada.
“Pero no nos podemos apartar, son los riesgos inherentes al desempeño como juzgador”, finalizó.
