*Contraseñas se podrían vender
*El uso de boletas garantiza la autenticidad del sufragio, opina el magistrado
Guadalupe López Espinosa
Xalapa
El magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Eduardo Andrade Sánchez, señaló que aunque actualmente ya es más factible y viable el voto electrónico en las elecciones, él está a favor del sistema tradicional para sufragar —por medio de boletas— ya que asegura bastante bien la autenticidad del voto.
Esto lo dijo en entrevista al término de la presentación de su libro Introducción a la Ciencia Política, cuarta edición, que tuvo lugar en el Colegio de Veracruz (Colver), con la participación del director Eugenio Vázquez Muñoz, y de Gerardo Escobar Galindo, coordinador del doctorado en Ciencias Políticas del Colver.
Introducción a la Ciencia Política aborda el tema del voto electrónico, por lo que se le preguntó si considera factible y viable que en México tengamos esta modalidad del sufragio en las elecciones. Como respuesta, manifestó que sí se está avanzando en ese aspecto, pero que debe verse con cuidado porque ya en algunos lugares ha habido problemas con el voto electrónico.
“Está bien, hay que ensayarlo, pero tiene que estar rodeado de muchísimas garantías, pues ¿cómo sabemos que no pueda transferirse, por ejemplo, una contraseña de alguien que va a votar y que pueda haber hasta una venta de voto mediante las contraseñas?”
De acuerdo con Andrade Sánchez, el régimen que el país ha conservado —y que además nos ha costado carísimo— asegura bastante bien la autenticidad del voto; sin embargo, se pronunció porque se analice y ensaye el voto electrónico.
Sin embargo, puntualizó que él tiene sus dudas respecto al voto electrónico y no lo promovería totalmente, ya que vio algunos ensayos que se hicieron en el entonces Instituto Electoral Veracruzano cuando estaba como representante del PRI. “El gran peligro, como a veces hay dudas y hay críticas al PREP de que se cayó, entonces tendría que haber un absoluto aseguramiento de que el voto que yo puse en la máquina efectivamente se esté contabilizado igual en el sistema, y hay métodos para hacerlo, pero tenemos que estar absolutamente seguros.
Su preocupación, indicó, es que no vayan a introducir otro tema de discusión o de desconfianza. Sin embargo, aseguró que debe analizarse, pero también revisar todos los efectos negativos que puede tener.
Mencionó que lo que se podría hacer en México es probar ese sistema en paralelo; es decir, en un lado van los votantes tradicionales y al mismo tiempo en una urna electrónica sin valor se van registrando los votos. Al final de cuentas tiene que ser igual el resultado.
No obstante, reiteró: “Yo en este momento me inclino más por el sistema tradicional, no que se deje de revisar el sistema electrónico, pero lo que me preocupa es que no vaya a ser algo carísimo y que nos vaya a generar más problemas de los que quiere resolver; entonces, irnos con tiento”.
Durante la presentación de su libro, Andrade Sánchez expuso que es verdad que una de las cuestiones básicas de la democracia es el derecho a ser escuchado. Sin embargo, actualmente en algunas democracias avanzadas se tiene que defender el derecho a no ser escuchados, refiriéndose con esto a que se pueden intervenir las conversaciones privadas por medio de los celulares que ya traen integrado un micrófono por donde se transmite lo que está uno hablando aunque el aparato esté apagado.
En ese sentido, dijo, forma parte también de las nuevas discusiones de la democracia hasta dónde la seguridad nacional puede ser una excusa para invadir el espacio democrático individual de cada persona que no solo quiere participar en los asuntos públicos, sino que tiene derecho a su espacio de intimidad donde pueda desarrollar con libertad una serie de acciones que no estén siendo vigiladas.
