*Padecen exclusión, explotación y maltrato
*En el Día del Abuelo, tiene poco y nada qué festejar
Juan David Castilla Arcos
Xalapa
Una andadera sostiene su cuerpo endeble. El desgaste de sus rodillas le impide caminar a sus 86 años. Para llevar el sustento a su familia trabajó durante décadas en el campo. Ahora la vida se desvanece como sus párpados al pasar los años. Sus sueños quedaron atrás, el abandono comenzó a ser su infierno y las políticas públicas del Gobierno en beneficio de los adultos mayores han fracasado.
La aspereza de sus manos muestran el esfuerzo, la dedicación y el trabajo que desempeñó durante su estancia en el pueblo Tlacolula, ubicado a unos minutos de San Miguel del Soldado, municipio de Rafael Lucio, lugar donde nació y fue criada por padres responsables, quienes le transmitieron valores y la guiaron.
Felícitas Martínez Nepomuceno es una de los cerca de un millón de adultos mayores que hay en Veracruz, quienes, en su mayoría, viven en precarias condiciones. Además, 40 por ciento de ellos carece de un trabajo fijo y de remuneración económica.
"Trabajé mucho en el campo, mi esposo hacía carbón, íbamos a levantar el carbón que estaba caliente, dediqué toda mi vida al campo. Después nos venimos allá por Las Ánimas, acá en Xalapa, y cortábamos café, pero después por la enfermedad ya no pude trabajar", relata.
Las personas de la tercera edad han padecido alguna enfermedad, discriminación, exclusión, explotación, maltrato y abandono, cuyos problemas son los más comunes que enfrentan en la actualidad.
DISCRIMINACIÓN, EL TALÓN DE AQUILES
La discriminación laboral hacia este sector es un asunto que no ha podido erradicarse en la población, admite la delegada del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) en Veracruz, Nayeli Vera Brizuela.
“Aun cuando estamos trabajando día con día y hemos venido realizando acciones, de un año a la fecha hemos aumentado en 8 por ciento los puestos para adultos mayores en todo el estado, si bien ha habido un gran avance, no es suficiente".
Al igual que Felícitas, muchas mujeres de la tercera edad que han sido víctimas de este tipo de discriminación temen interponer una denuncia; desconfían en las autoridades y consideran que podría ser contraproducente.
“Nuestros adultos mayores no están acostumbrados a denunciar y es una de las situaciones que nosotros pedimos de manera cotidiana, que denuncien porque nosotros como eje rector de las políticas públicas tenemos la obligación de verificar en qué situaciones se está dando esta discriminación y modificarla de alguna manera", comenta la funcionaria federal.
El rostro lleno de desilusión de los adultos mayores se observa cuando son cuestionados sobre las oportunidades que tienen para conseguir un empleo y bajo las condiciones en que brindarían sus servicios.
Aunque un alto porcentaje de personas mayores cumplen con jornadas de 6 horas de trabajo, no acceden a salarios dignos, ni a prestaciones de ley, como otros sectores de la población.
MUJERES, LAS MÁS AFECTADAS
Pese a que las mujeres mayores sufren una mayor discriminación y violencia, de diez que acuden al Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa (IMMX), sólo una es de edad avanzada.
De acuerdo con la coordinadora de Desarrollo Humano y Oportunidades del (IMMX), Marva Garcimarrero Ochoa, hay una gran discriminación hacia las adultas mayores, sobre todo por parte de sus mismos familiares.
"La generación de las adultas mayores todavía no teníamos la idea ni la educación con la perspectiva de los derechos de las mujeres. No hablan por desconocimiento de sus derechos, por miedo a hacerlo porque nos enseñaron que la mujer calladita se ve más bonita y no hablamos, no decimos, no reclamamos nuestros derechos".
Por cuestiones culturales, las mujeres mayores se negaban a alzar la voz si estaban siendo víctimas de un abuso o una violación, situación que puede percibirse actualmente.
"Parte de esta discriminación se da cuando dejamos a los abuelos o abuelas al cuidado de sus hijos, y otra es que no existe el apoyo de la familia a las mujeres en los casos de la pensión alimenticia", refiere la funcionaria municipal.
Además, los espacios para la convivencia para estas personas son “escasos”. Tan sólo en la Casa Hogar Mariana Sayago no hay cupo para más personas.
Felicitas Martínez no ha podido conseguir un trabajo durante años y mucho menos por el problema en sus piernas; sin embargo, los apoyos económicos por parte del gobierno estatal no llegan en tiempo y forma.
PADECIMIENTOS
De acuerdo con la coordinadora de Atención al Envejecimiento en la delegación del Issste Veracruz, María Graciela Téllez Jiménez, los padecimientos más comunes en personas de la tercera edad son los crónico-degenerativos, como la hipertensión, la diabetes, el cáncer y la demencia.
En Veracruz, cerca del 26% de la población atendida son adultos mayores, es decir, 1 de cada 4 consultas son aprovechadas por estas personas.
En la sociedad no existe una cultura para los cuidados de dicho sector de la población y, aunque se han impartido cursos a los familiares, el trato hacia estas personas continúa siendo erróneo.
"Porque generalmente los cuidados que se brindan en casa se han aprendido de manera empírica, por roles que ya están establecidos, por ejemplo, en la mujer que cuida al hijo, al esposo que cuida a los padres, pero aquí específicamente estamos capacitándolos en lo que es el cuidado en las diferentes técnicas de movilización signos vitales, aseo en casa, aseo de cavidades para que estén con mejores herramientas para brindar esa capacitación", detalla.
Lo cierto es que los adultos mayores continúan siendo vulnerables en la sociedad, las políticas públicas no han dado buenos resultados y la población tampoco se compromete para mejorar su situación.