29 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

El visionario que heredó a Xalapa un emblema  

*El Estadio Xalapeño fue edificado en 1925 con un diseño muy atrevido y adelantado a su tiempo, dice el nieto del constructor Modesto Rolland

 

Naldy Rodríguez

Xalapa

 

En su época no faltaron los detractores que creían que el coloso no iba a resistir, que la estructura principal edificada en una sola pieza se iba a fracturar, quebrar o hasta caer, pero su techo volado de más de 3 mil metros cuadrados que cubre las graderías se mantiene firme, sin ninguna rehabilitación o intervención mayor.

Sin equipo, herramienta, mucho menos tecnología, Modesto Rolland construyó en 1925 el monumental Estadio Xalapeño Heriberto Jara Corona, convirtiéndose en el emblema de la capital veracruzana. Fue entonces cuando la ciudad adquirió ese relieve e importancia para albergar los poderes y eventos importantes.

En entrevista exclusiva para El Heraldo de Xalapa, que presidió el director general, Rubén Pabello Rojas, y el director editorial, Edgar Reyes, Jorge Rolland Constantine, nieto del constructor del Estadio Xalapeño, revela detalles de su edificación y de su abuelo, quien tuvo un desarrollo intenso en la ingeniería, pero también en la vida política de México.

“El reto de hacer una obra de ese tamaño en aquellos años, en el 25, imagínense. Hizo un diseño muy atrevido”, relata entusiasmado.

Cuando sólo había 20 mil habitantes, el ingeniero civil diseñó y edificó del 28 de junio al 14 de septiembre de hace 90 años el gran estadio deportivo en Xalapa; pero también había planeado alrededor de éste, una “ciudad jardín”, un plan muy completo y ordenado para el desarrollo de la zona urbana como parte del futuro.

“Le llamaba el estadio y la ciudad Jardín. Un plan muy completo para el desarrollo de toda esa zona, el estadio, la ciudad jardín, y hablaba de un puente y otras obras… era un uso del suelo ordenado”.

El estadio de Xalapa se cimbró completo antes de empezar el colado, explica, se coló de una sola pieza, es continuo. Y se convirtió en uno de los primeros inmuebles de su tipo en México y quizá en Latinoamérica.

“La obra se hizo en condiciones muy singulares, por el tiempo en que se realizó, en un tiempo récord, espectacular… se hizo un gran tajo y toda una red de drenaje que no se ha vuelto a inundar en 90 años y sigue funcionando”, destaca.

Con 20 años de diferencia, el precursor de los prefabricados en México construyó la plaza de Toros de México con el mismo sistema, también hizo el cimbrado y el colado en un tiempo récord, pero para ese entonces el oriundo de Baja California ya contaba con alguna maquinaria, revolvedoras y plantas de concreto, a diferencia de cuando se realizó el estadio.

Al igual que el inmueble de Xalapa, también creyeron que la Plaza de Toros se iba a caer, por eso lo obligaron hacer pruebas de carga con 120 mil sacos de arena de 50 kilogramos durante diez días.

“Lo interesante es mostrar el paralelismo entre la construcción del estadio con la plaza de Toros de México en 1945, con 20 años de diferencia, pero el sistema es el mismo”.

El estadio se constituyó con el paso de los años y de las décadas, en el “centro ceremonial” de Xalapa y el estado de Veracruz, el lugar donde se realizaban los grandes eventos políticos, artísticos, sociales, deportivos y culturales.

“Es el corazón, pienso yo, de esta ciudad. Ese monumento le dio carácter a la ciudad y lo hizo verdaderamente capital del estado, que se había llevado unos años antes a Córdoba y regresó a Xalapa, le dio el cimiento para que Xalapa se convirtiera realmente en la capital del estado”, añadió Rolland Constantine.

 

El multifacético Modesto Rolland

 

Su creador, Rolland fue un visionario, revolucionario, urbanista, académico, un hombre “técnico”, que buscaba sobre todo el bienestar y desarrollo de México, sin importar que tuviera que enfrentar o contraponer sus ideas a presidentes y hombres de gran poder.

Y aunque no es veracruzano, estuvo muy ligado a esta tierra a la que decidió regresar y pasar sus últimos años, en un rancho que tenía en Córdoba, revela su descendiente.

Hizo práctica privada, ejerció en el servicio público y hasta en el periodismo cuando fundó El Heraldo de México en 1921 y la primera asociación de radiodifusores del país; también escribió libros técnicos de topografía, presas, diseños de losas y el primer manual de concreto (en 1910) y registró 11 patentes.

“Fue un hombre muy inquieto porque además fue presidente de los radiodifusores, fue precursor de los prefabricados, fue fundador del partido antireleccionista, fue presidente de la Comisión Nacional Agraria con Obregón. Tenía una cantidad de facetas distintas”, dice sobre su abuelo, de quien heredó la profesión.

Primero Modesto Rollan estudió la carrera de Maestro de Instrucción Primaria, después ingeniería civil (de 1903 a 1905), fue el primero en dar clases de concreto, a él se debe el acueducto de Xochimilco en 1908, el Estadio Olímpico (1946) y parte del desarrollo de los puertos mexicanos, de los cuales estuvo a cargo en varios periodos presidenciales.

Sus tres mejores amigos fueron hombres revolucionarios y radicales: Francisco Mujica, Heriberto Jara y Salvador Alvarado. “Fue el arma técnica de ellos”, define su nieto a la distancia.

Con Heriberto Jara Corona lo unía una amistad, por eso cuando tomó protesta como gobernador de Veracruz lo invitó a diseñar y edificar el estadio deportivo de Xalapa, “había una relación estrecha entre ellos”.

Tan visionario fue que en 1921 publicó su libro El desastre municipal en la República Mexicana, el primero en tratar ese problema que a casi 100 años sigue vigente y afectando a la ciudadanía.

El ingeniero civil dedicó parte de su tiempo a planear ciudades, como intentó realizar con la capital del estado; sus grandes proyectos contemplan estructuras ordenadas y complementarias entre sí para hacer mejores desarrollos urbanos.

“En 1921 propuso la planeación urbana de ciudades, 50 años antes de Ramírez Vázquez creara la Dirección de Planeación Urbana, empezaron a hacer planes de desarrollo urbano”, afirma.

Jorge Rolland recuerda que vino por primera vez a Xalapa en 1958, acompañaba a su padre a una encomienda que le había dado el abuelo, supervisar una mina que tenía en el estado de Veracruz. Y Ahora, estará presente en los festejos por el 90 aniversario de la construcción e inauguración del Estadio Xalapeño que ya organiza la sociedad civil.