*La extracción de material se hará en una zona que forma parte de la reserva de la biosfera de Los Tuxtlas, lo que obliga a restaurar 20 hectáreas por cada una que toquen
Naldy Rodríguez
Xalapa
La mitigación y conservación serán la parte sustantiva de la extracción de roca basáltica en la región de Los Tuxtlas para la ampliación del puerto de Veracruz, que se realiza en una primera etapa hasta 2018 y contempla la construcción de la escollera poniente, dragado y las primeras terminales de contenedores.
La Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver) obtuvo permisos ambientales para extraer 2 millones de metros cúbicos de roca basáltica en cuatro hectáreas de terreno, los cuales forman parte de la reserva de biosfera de Los Tuxtlas.
En esa zona, sólo 1.3 hectáreas tenían arbolado maduro, el resto es de tipo secundario, pero también hay fauna que debe ser removida, explicó el delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), José Antonio González Azuara.
Para el funcionario federal toda obra conlleva la explotación de recursos naturales, sin embargo, lo importante es la compensación al ecosistema que se pueda realizar durante y después de la explotación de un área.
“La extracción posterior requiere de una restauración del mismo sitio que fueron a utilizar pero adicionalmente deberán restaurar del orden de 80 hectáreas más, por cada hectárea que toquen deben hacer una restauración de 20 al término del ciclo de aprovechamiento”, precisó.
El lugar de donde se extraerá la roca basáltica para la ampliación del puerto de Veracruz es un cerro de 45 hectáreas que se encuentra pegado a la línea de costa, pero la explotación no afectará la zona de playa, aseguró.
“La extracción se hará en la parte interna, la parte más hacia dentro de tierra, de ahí se extraerían esas cuatro hectáreas. Ahí hubo un viejo banco de aprovechamiento donde se extrajo para el puerto de Dos Bocas”.
Animales, también afectados
La mitigación y compensación también incluye la remoción de todos los animales que se encuentren en la extensión de tierra -con autorización- para llevarlos a otra zona segura, donde su hábitat no se vea afectado.
“La intención es que cualquier mamífero que se encuentre sea dispuesto y colocado en un lugar adecuado”, declaró.
Ahí se encuentran aves, pequeños mamíferos, roedores, una importante cantidad de planta, producto de la regeneración natural de los años 80 -cuando se explotó esa misma zona para el puerto de Dos Bocas, Tabasco- a la fecha. “No tenemos una selva madura como tal”, afirmó.
El banco de Balzapote, en el municipio de San Andrés Tuxtla, por ser parte de una reserva de biosfera en una zona de amortiguamiento, la restauración será muy útil, sobre todo en las áreas donde se tienen potreros o terrenos forestales, dijo el delegado de Semarnat.
Precisó que para restaurar, pueden realizar diferentes actividades: propiciar la regeneración natural o a través de la introducción de árboles en cada una de las hectáreas.
La Administración Portuaria Integral tiene autorización en materia de impacto ambiental hasta por 10 a 15 años, tiempo en que pueden programar el inicio de obra, la realización de la extracción y posteriormente la restauración de los impactos.
Hasta ahora la Apiver lleva destinado más de un millón de pesos para realizar los estudios y permisos necesarios para explotar y aprovechar la roca basáltica del banco de Balzapote, en el municipio de San Andrés Tuxtla, pero los trabajos no han iniciado.