*El investigador Manlio Casarín León lamentó que a aspirantes ciudadano se les exija tener el apoyo de 3 por ciento de la lista nominal
*No hay equidad en la competencia electoral
Yhadira Paredes
Xalapa
El investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana (UV), Manlio Fabio Casarín León, consideró que establecer en el Código Electoral para Veracruz un apoyo de 3 por ciento de la lista nominal para poder contender por la vía independiente a un cargo de elección popular, viola los tratados internacionales en materia de derechos humanos e igualdad de los derechos políticos electorales.
Es una situación que los integrantes del Congreso estatal deberán revisar, pues sostuvo que las candidaturas ciudadanas son una exigencia de la sociedad que está generando opciones alternas a los partidos políticos.
Reconoció que en Veracruz se han generado polémica en este tema, por lo que dijo que es necesario entender que en el principio democrático hay que apelar a un elemento fundamental que es competir con igualdad de armas.
“Es decir, se deben establecer condiciones para que en la contienda se pueda aspirar a desahogar un proceso electoral en condiciones de equidad, pero cuando el propio legislador establece ciertos candados, por ejemplo, un umbral muy alto en el porcentaje (3 por ciento), lo que hay que analizar es si realmente ese contenido final respeta no solamente a las bases constitucionales, la propia norma Suprema, como quedó la reforma electoral, sino ahora el tema de la convencionalidad”.
Manifestó que es necesario que los legisladores otorguen a la persona que aspire a una candidatura independiente las mismas circunstancias, requisitos, obstáculos, incluso, para poder sortear al igual que un partido político.
La reforma electoral de Veracruz, dijo, tiene clarooscuros, aspectos de armonización razonables, pero también hay aspectos que el legislador sí tendría que revisar, entre ellos la candidatura ciudadana, tomando en cuenta que esta figura, como parte de los mecanismos democratizadores del país, necesita ser confeccionada en condiciones de igualdad.
De lo contrario se podría determinar que se creó esta figura para cumplirse y caiga en el tema de la simulación electoral, cuando debe ser una figura que sea susceptible de implementarse y tenga posibilidad de desarrollo para enriquecer los procesos democratizadores, que son irreversibles.
Las candidaturas ciudadanas no son un tema de privilegios, sino de competir en igualdad de armas, “no importa si es un partido político o una candidatura ciudadana, es parte de una democracia que aspira a ser madura. Lo que deben entender los partidos políticos de las candidaturas ciudadanas, es que les exigen a que deben trabajar intensamente en sus estructuras internas para depurar procesos, afinar, para seleccionar el mejor candidato”, concluyó.