*Es emblema de todo Veracruz
*Ofrece tradiciones, gastronomía y riquezas naturales
Redacción
Xico
La fiesta de Xico, en honor a Santa María Magdalena, es una de las celebraciones más emblemáticas del estado y también el pretexto perfecto para disfrutar de las tradiciones, la gastronomía, las riquezas naturales y la alegría de quienes habitan este Pueblo Mágico.
Durante el mes de julio, las calles del municipio se visten de colores, y desde muy temprana hora se puede ver a personas de todas las edades organizando procesiones, bailes y demás actividades en honor a la Santa Patrona.
Este domingo, cuando los rayos del sol apenas iluminaban la avenida Miguel Hidalgo, cientos de xiqueños salieron a elaborar los tapetes de aserrín pintado que llegan hasta la parroquia. Éstos indican el camino que recorrerá en la noche la procesión que lleva a Santa María Magdalena hasta su altar.
Armando Hernández lleva 23 años apoyando en la elaboración de tapetes y, junto con su familia, conforma uno de los grupos que llenan de color la calle; “somos como 160 personas las que trabajamos en esta cuadra, todo se comienza a planear desde marzo, cuando se hacen los trazos, continuamos en mayo con los dibujos y los cortes y así hasta junio; traemos el aserrín, lo pintamos a mano y lo secamos 8 días para que el color no se baje. Ya tenemos años en esto, y los niños desde pequeños comienzan a ayudarnos, así que hoy, ya cada quien sabe lo que le toca”.
Al mismo tiempo, al final de la calle, los varones construyen en las escalinatas de la capilla de Cristo Rey el arco floral que adornará la entrada principal de la parroquia. Está formado por bejucos de coyuyo y flores de cucharita unidas con hilo; puede llegar a pesar hasta 2 toneladas.
Por otra parte, cerca de cien personas preparan un arco de 17 metros cuyo mensaje principal es la fe; la aureola de flores refleja la comunidad de todos los xiqueños que participan en la ofrenda y se representa a la familia con la imagen de San José, la Virgen María y el niño Jesús, y abajo, en el medallón, la réplica de Santa María Magdalena, acompañada por un ramillete hecho por todos los artesanos de pueblos aledaños.
Desde hace 20 años, Manuel Guevara Salazar es el responsable del diseño y explica cómo en estos días todos dejan su trabajo para ayudar en esta tradición; “llevamos cinco días de labores, desde las 8:00 hasta las 16:00, el lunes se bendice el arco y se invita a todos los hombres de buena voluntad para poder trasladarlo a un kilómetro de distancia, se dan varias vueltas por algunas cuadras para después depositarlo en el pórtico del templo”.
Hay siete mayordomos que surten de materiales y brindan alimentos y bebidas a quienes participan en la construcción del arco; el principal se encarga de todo lo que corresponde a la iglesia en sí, mientras que los otros seis están al tanto de los demás eventos.
La figura de Santa María Magdalena es paseada por el pueblo en procesiones, cada día lleva un vestido distinto donado por sus devotos, la acompañan toritos de madera repletos de cohetes, danzantes y gente vestida de payasos o toros.
Otras actividades que se realizan son serenatas, danzas típicas, fuegos artificiales y la Xiqueñada. Este año serán soltados 20 toros que durante dos horas recorrerán las calles, aseguradas para que ni los animales ni los miles de turistas salgan lastimados.