29 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Abandona CDI a madres solteras indígenas

 

*No les cumple compromiso de apoyarlas para instalar una panadería

*Afectadas se manifiestan en la delegación federal

 

Juan David Castilla Arcos

Xalapa

 

Mujeres de la comunidad Ahuatitla Abajo, municipio de Chicontepec, sufren el fenómeno de la migración. Sus maridos viajan a Estados Unidos y a otros estados de la República, pero nunca vuelven a saber de ellos. Ahora, son madres solteras que trabajan la milpa para dar el sustento diario a sus familias.

 

El Gobierno federal, a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), les ha negado recursos económicos para proyectos productivos.

 
Desde hace dos años, las autoridades de la CDI se comprometieron a otorgar los apoyos para que las personas de la zona serrana abrieran una panadería, negocio que mejoraría su calidad de vida; sin embargo, no cumplieron.

 

Por tal motivo, un grupo de ellas, acompañado de pocos varones, se vio en la necesidad de protestar y tomar las oficinas de la delegación de la dependencia federal, en Xalapa, ubicadas en la calle Landero y Coss, casi esquina con Xalapeños Ilustres, en busca del cumplimiento de acuerdos.

 

“Mi esposo me dejó cuando mi hijo iba a cumplir un año, se fue a México pero nunca regresó. Los hombres se van en busca de trabajo y ya no regresan, algunos se van a Estados Unidos, por eso ahora somos madres solteras, pero aún así hemos salido adelante con nuestros hijos”, relata Ángela de la Cruz Cruz, de 47 años, quien portaba un atuendo meramente indígena y hablaba español con complicaciones.

 

Al menos 15 mujeres de Ahuatitla Abajo se encuentran en la misma situación. La mayoría de ellas tienen 4 ó 5 hijos y el cultivo de maíz es una de las pocas actividades que pueden emprender para llevar el sustento diario a sus hogares, y otorgar el dinero necesario para que sus hijos puedan continuar sus estudios.

Todos los días caminan hasta llegar a la milpa. Juntan leña, la cargan en su espalda y la llevan a sus viviendas para cocinar y calentar agua. En su mayoría, tienen arriba de 45 ó 50 años, por lo que el cansancio y el desgaste físico se han agravado.

 

“Estamos solicitando una panadería porque en el rancho no tenemos mucho en qué trabajar, hay veces que está lloviendo, no hay trabajo allá, somos madres solteras. Trabajamos en la milpa todo el día, yo ya me cansé, me duele la cintura, vamos desde las 7:00 de la mañana hasta las 6:00 tarde y todavía cargamos leña para hacer de comer a nuestros hijos”, manifestaron en la CDI, donde también amenazaron con permanecer en el lugar hasta que fueran atendidas sus peticiones.