· El Director de Recursos Materiales y Servicios Generales explica las condiciones para licitarlos
· Se planean siempre en noviembre, en el Programa Operativo Anual de Adquisiciones, y se licitan en enero-febrero
Los servicios que requiere el Congreso de Veracruz se licitan conforme a la disponibilidad presupuestaria, con base en el Programa Operativo Anual de Adquisiciones y con apego estricto a la transparencia de los recursos públicos del Poder Legislativo, expresó el director de Recursos Materiales y Servicios Generales, Rafael Delgadillo Guevara.
Durante una entrevista, reconoció la obligación de desempeñar un trabajo eficiente, y ello sólo se logra con estricto apego a la ley, de acuerdo con la dinámica marcada por el presidente de la Junta de Coordinación Política, diputado Juan Nicolás Callejas Arroyo.
Delgadillo Guevara explicó que para cubrir las necesidades de servicios que permitan el funcionamiento óptimo del Congreso –tanto en áreas administrativas como de diputados– se planea en noviembre las adquisiciones del año siguiente, y en enero inician las licitaciones, convocando a empresas inscritas en el Padrón de Proveedores, y así elegir a las que mejor convenga en calidad y precio, durante un periodo de diez meses.
Como no se puede realizar una licitación sin presupuesto, y en enero por lo general no contamos con recursos –continuó–, ampliamos el plazo a la empresa que en ese momento brinda el servicio, y en marzo se paga a quien ganó la licitación para el periodo marzo-diciembre.
En primer lugar se licitan servicios como limpieza, fotocopiado, papelería y mantenimiento, que son básicos para que las funciones en el interior del Palacio Legislativo se realicen de la mejor manera.
El funcionario refirió que, en promedio, se ofertan de 15 a 20 servicios. No existe un catálogo de licitaciones a proyectar, sino que se van dando de acuerdo con las necesidades. Por ejemplo, cuando se presentan fallas en telefonía, cómputo o alumbrado se planea la licitación para renovar el servicio.
Como medida para abonar a la trasparencia y rendición de cuentas, antes de convocar a una licitación se realiza un estudio de mercado que permite comparar los precios y productos a adquirir. Posteriormente –explicó– se invita a las empresas para valorar sus propuestas, ya que en ocasiones los montos rebasan el presupuesto con que cuenta el Congreso para ese servicio.
Por ejemplo, si para una compra consolidada de diez meses de papelería se asigna cierta cantidad y las ofertantes proponen más de eso, la licitación se declara desierta y se convoca nuevamente, buscando que se ajusten al presupuesto, pero sin demeritar la calidad.
En relación con el incumplimiento de contratos, informó que no existe antecedente en el Congreso estatal, pero puede darse el caso cuando la empresa que presta el servicio incumpla con las disposiciones. De cumplirse este supuesto, el contrato se da por concluido y se llama a la empresa que quedó en segundo lugar, para cubrir el periodo de servicio.
En las licitaciones que el Congreso oferta siempre se buscan las mejores condiciones técnicas, económicas y de calidad, para que esto se refleje en el desarrollo de las actividades de los legisladores, concluyó.