*Los habitantes de la zona tienen que lidiar con asaltos a personas, robos a domicilio y hasta desapariciones
*Los dueños de algunos negocios han optado por cerrar a la seis de la tarde
Jorge Morales
Xalapa
Como otras colonias de Xalapa, la Lucas Martín es una de las que más ha sufrido en los últimos años los embates de la delincuencia: asaltos, robos a domicilio y hasta desaparición de personas son parte del ambiente de inseguridad en el que se desenvuelven sus habitantes de manera cotidiana.
En un recorrido por la zona, en donde proliferan lonas de los llamados “Vecinos Vigilantes”, éstos denunciaron que la inseguridad se disparó en los últimos cuatro o cinco años.
“Hay muchos robos, saqueos a casas, se han perdido vecinos y personas jóvenes aquí y en la colonia colindante”, expusieron vecinos temerosos de identificarse.
Pero los casos se refieren sobre todo a robos, como el de un vecino que fue a comprar al centro comercial “y en lo que salió, le robaron su Lap y varias cosas”, o el de una doctora, a la que también robaron en su consultorio a pleno mediodía.
Fue todo esto lo que colmó la paciencia de muchos de ellos, por lo que hace seis meses decidieron por iniciativa propia crear su red de vecinos vigilantes, con apoyo de tecnología y la colocación de letreros y lonas.
Para su sorpresa, cuando la Policía supo del tema acudió a visitarlos para hacerles algunas recomendaciones, entre éstas, decirles que “es lo peor que pudimos haber hecho, porque es como torear a los delincuentes, que en lugar de resolverlo, eso empeora más el problema, aunque yo siento sí ha servido de algo”, dice una vecina de la calle Colegio Preparatorio.
Otra recomendación fue que “si ves al ladrón que se está llevando tus cosas, no puedes hacerle nada y si le pegas, la que se va al bote eres tú y tienes que tener facturas a la mano para testificar que es tuyo, si no es libre de llevárselo aunque los esté sacando de tu casa”.
Para la vecina, con estas recomendaciones “en vez de ayudarnos nos desmoralizaron por completo. Cuando vaciaron una casa, los policías vinieron a la hora, ya para qué”.
“Así que a los delincuentes tenemos que agarrarlos con mucho cariño, pero cómo, si por las buenas no se quedan”, se quejó.
Por lo pronto, algunos reconocieron que al iniciar la noche, lo mejor es “encerrarse” en sus casas, para guarecerse de los delincuentes.
La dueña de una tienda, expuso: “A las 6:00 de la tarde cierro y me encierro. La calle se queda vacía, solo despacho a una que otra persona porque la delincuencia se incrementó mucho”.