Juan David Castilla Arcos.-
Chocan opiniones de líderes empresariales sobre el operativo que podría efectuarse para el retiro de indigentes en el centro histórico xalapeño, mismo que ya está siendo aplicado en el puerto de Veracruz.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Veracruz (CCEV), Jesús Castañeda Nevárez, indicó que dicha situación sólo busca dar una imagen falsa de la situación actual de Xalapa durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC) Veracruz 2014.
El hecho de que haya personas en situación de calle es resultado de las precarias oportunidades laborales existentes y la falta de condiciones que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.
“Lo ideal es que retiremos indigentes pero no por motivos de una situación coyuntural, sino que los retiremos porque estamos haciendo crecer su posibilidad de calidad de vida, a través de programas asistencialistas en el caso de indigentes. Hoy los quitamos, que pasen los JCC y van a volver a la calle”, apuntó.
El operativo permanente anunciado el pasado 26 de octubre por autoridades del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en el puerto jarocho podría atentar contra los derechos humanos.
“Es una forma de auto-engañarnos y hacer parecer lo que no somos. Entiendo que hay interés de generar una buena imagen como estado, como país, lo entiendo, lo respaldo, lo comparto, pero también hay que entender que esta situación es una tarea pendiente que tenemos que atender después”, manifestó.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Xalapa, Ernesto Pérez Astorga, se pronunció por el retiro absoluto, tanto de indigentes como de vendedores ambulantes.
“El orden es primordial. Estaríamos a favor porque hemos identificado que ya existe hasta trata de personas porque son gentes que mantienen en unas bodegas, guardados, no son personas que se vuelvan individualmente, son grupos de personas, incluso hasta chiapanecos que los tienen trabajando aquí o pidiendo limosna”, defendió.
Comparó la capital del estado con la ciudad de Orizaba, donde no hay ambulantes, “robocops” (estatuas humanas), lanza llamas, limpiaparabrisas y “pareciera una ciudad civilizada que no pertenece a nuestro estado”.
Foto: Víctor Hugo Moreno