*De acuerdo con investigaciones, en México 70 por ciento de la población no confía en sus gobernadores, alcaldes y diputados
*No consideran que representen ni defiendan sus intereses
Jorge Morales
Xalapa
La sociedad mexicana reporta altos niveles de desconfianza hacia las autoridades, lo que es síntoma de un gran hartazgo que pudiera llevar a un colapso político en el país.
Así lo consideró el investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) del Golfo, Ernesto Isunza Vera.
Entrevistado previo a la presentación del Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México, elaborado por investigadores de dicho organismo en conjunto con el Instituto Autónomo de México (ITAM), el Colegio de México (Colmex), entre otros, en la sede de la Universidad de Xalapa Isunza alertó que 70 por ciento de los mexicanos no confían en autoridades electas como diputados, alcaldes, gobernadores, por no representar ni defender sus intereses.
Además, porque son vistos como omisos o cómplices de actores civiles que les afectan como el crimen organizado, a lo que se suma su incapacidad para procurar y administrar justicia.
“Hay un estado incapaz y un crimen organizado fuera de control”.
“Por eso el hartazgo de los ciudadanos ante un Estado incapaz frente al crimen”.
Indicó que otros problemas democráticos y políticos que padecen los ciudadanos reflejados en el trabajo realizado con apoyo del Instituto Nacional Electoral son un alto nivel de discriminación, clasismo, falta de solución a problemas sustantivos, incluidos los económicos y de mejores condiciones de vida.
Con estos elementos, sostuvo que es explicable el creciente descontento ciudadano y que la gente salga a las calles, proteste y se movilice para hacer reclamos y denuncias.
Sin embargo, advirtió que es importante que “las movilizaciones no solo se quede en las calles, si no que logremos un acuerdo político, que a la ciudadanía se le escuche”.
“Si pensamos que solo es la movilización, se desgasta la ciudadanía, se tiene que llegar a pactos que resulten en cambios específicos sobre la economía, el Poder Judicial, el fortalecimiento institucional y sacar a flote todos los intereses de grupos criminales”.
El académico insistió en que las movilizaciones de jóvenes están obligando al Gobierno a replantearse, como una vía para darle salida a la creciente tensión, y ello implica a los partidos políticos “que son parte del problema”.
De acuerdo con Isunza Vera, “si no cambian, habrá un colapso del Estado y de la sociedad, porque los partidos no son el Estado ni la reforma política son solo ellos, esto es más amplio”.